El fenómeno del 'Icing' obliga a realizar procesos de 'De-Icing' en el aeropuerto de Bilbao ante las bajas temperaturas
Las heladas registradas esta madrugada en Euskadi activan protocolos de seguridad en la aviación, como la descongelación de aeronaves en el aeropuerto de Loiu
Bilbao
Las bajas temperaturas que han azotado Euskadi durante la última noche de 2024 han provocado que en varios puntos del territorio se registre uno de los fenómenos meteorológicos más peligrosos para la aviación: el icing. Este proceso, también conocido como engelamiento, ocurre cuando el agua en estado líquido o gaseoso se transforma en hielo al entrar en contacto con una superficie sólida, como las alas o el fuselaje de un avión.
En el aeropuerto de Bilbao (Loiu), las primeras horas de la mañana han estado marcadas por un intenso trabajo para garantizar la seguridad de los vuelos programados. En un vídeo grabado en una de las pistas del aeropuerto, se observa a personal especializado sometiendo a una aeronave al proceso de de-icing. Este procedimiento es esencial para eliminar la acumulación de hielo y escarcha en las superficies del avión, asegurando así condiciones óptimas para el despegue.
¿Qué es el 'icing' y por qué es peligroso?
El icing es un fenómeno que representa una grave amenaza para la seguridad de la aviación. El hielo acumulado en las alas de un avión, por ejemplo, puede alterar la aerodinámica, reduciendo la sustentación y aumentando la resistencia al avance. Esto puede derivar en situaciones críticas durante el despegue, el aterrizaje o incluso en pleno vuelo.
Además, las heladas intensas también afectan otras partes críticas del avión, como los motores o los sistemas de control. Por esta razón, los aeropuertos implementan protocolos de seguridad como el de-icing, un proceso que utiliza productos químicos especiales para derretir el hielo y prevenir su formación durante el tiempo que el avión permanece en tierra.
De-Icing en el aeropuerto de Bilbao
Las bajas temperaturas registradas esta madrugada en el aeropuerto de Bilbao, con valores cercanos a los 0 °C o incluso inferiores, han obligado a activar los equipos de de-icing para garantizar la seguridad de las operaciones. Este procedimiento se realiza en aeronaves estacionadas en la pista antes de despegar y consiste en aplicar una solución especial, generalmente compuesta por glicol y agua caliente, que derrite el hielo acumulado.
En el vídeo captado esta mañana, se aprecia cómo un avión estacionado en una de las pistas de Loiu es sometido a este tratamiento. El proceso es meticuloso y sigue protocolos internacionales de seguridad para asegurarse de que el hielo no afecte ninguna de las superficies críticas del aparato.
Impacto en la operativa del aeropuerto
A pesar de las condiciones adversas, el aeropuerto de Bilbao ha conseguido mantener la mayor parte de sus operaciones sin incidencias significativas gracias al trabajo del personal de mantenimiento y los equipos de descongelación. No obstante, algunos vuelos han podido experimentar ligeros retrasos debido al tiempo requerido para llevar a cabo el de-icing en las aeronaves.
Contexto meteorológico
Esta madrugada, Euskadi ha registrado temperaturas mínimas bajo cero en varios puntos del territorio, como los -4,2 °C de Berastegi o los -2,1 °C de Agurain, según datos de Euskalmet. Las heladas han afectado tanto al interior como a zonas próximas a la costa, creando condiciones que favorecen la formación de hielo en superficies expuestas.
Recomendaciones y medidas de seguridad
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y los organismos de seguridad aérea recuerdan que los fenómenos como el icing requieren una preparación exhaustiva por parte de las aerolíneas y los aeropuertos. En este sentido, los procesos de de-icing son fundamentales para evitar situaciones de riesgo y garantizar que las aeronaves operen con seguridad en condiciones de frío extremo.
El fenómeno del icing, aunque común en temporadas de invierno, subraya la importancia de las medidas preventivas y los protocolos de seguridad en la aviación. En el caso de Euskadi, la coordinación entre los equipos de mantenimiento del aeropuerto de Bilbao y las aerolíneas ha permitido que los vuelos se lleven a cabo con normalidad, protegiendo la seguridad de los pasajeros en una de las noches más frías del año.
