"Se puede prohibir y educar a los más jóvenes al mismo tiempo", Jorge Florez, director de "Pantallas Amigas"

La navidad es una época de estar en familia, con amigos y, sobre todo, de muchos regalos. Los regalos son esos detalles (pequeños o grandes), que hacen feliz sobre todo a los más jóvenes. ¿Qué suelen pedir?, ¿qué es lo que les hace más ilusión? Las tecnologías, principalmente. Los móviles, las tablets o los videojuegos son los elementos más demandados en esta fecha del año.

"Hay que pensar bien antes de conceder ese deseo"

En 'Hoy por Hoy San Sebastián' hemos podido hablar con Jorge Florez, director de la asociación "Pantallas Amigas" sobre cómo abordar ese deseo de los más jóvenes cuando te piden un móvil o algo relacionado con la tecnología: "Hay que pensar bien antes de de conceder ese deseo. Nos apetece regalar, sabemos que va a ser muy bien recibido, pero hay que pensar qué consecuencias va a tener. Si no lo sabemos gestionar o no prestamos la atención adecuada, se nos puede venir todo en contra", explicó Florez.

Además, en muchas familias existe el debate de que si se prohíbe de manera tajante el móvil o los videojuegos, no se puede educar. Respecto a esta cuestión el director de "Pantallas Amigas", afirmó: "Estamos siempre con que la la disyuntiva entre prohibir o educar. Yo creo que se puede prohibir y educar al mismo tiempo. Creo que esa es la labor en las primeras etapas donde se limitan y se prohíben unas cosas y se educa en otras".

En caso de aceptar el deseo de de nuestros hijos e hijas de tener un teléfono, Florez, advirtió: "El móvil es un objeto de consumo y tiene un precio que, de entrada, es caro. Además en ocasiones es demasiado goloso y puedes llamar la atención de aquellos que quieren lo ajeno. Además, el mensaje que mandamos a nuestros hijos es del todo bueno si le compramos de primeras algo tan caro, se necesita una progresividad".

"Que las condiciones actuales en las que se está utilizando no favorecen la salud de las personas. Ha habido un toque de atención importante, dar un móvil significa, en la mayoría de ocasiones, tener acceso a las redes sociales. Esto no es positivo, por lo que hay estudios que ponen la edad mínima en 16".

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Los videojuegos

Además de los móviles, los videojuegos son algo muy demandado en las cartas a los Reyes Magos. "Las funciones de control parental nos ayudan a establecer esos límites, a hacer un seguimiento de los mismos y es una forma de limitar técnica o físicamente ese acceso a nuestros hijos", apuntó el director.

Lo nocivo de los videojuegos no sólo se encuentra en el hecho de estar mu8chas horas frente a una pantalla, hay más riesgos: "Si son de determinada categoría o envergadura, habitualmente, suelen estar etiquetados con el código PEGI que tiene dos indicadores: uno de edad recomendada que ya nos va a dar una idea global y luego tiene descriptores de contenidos que informan de si el videojuego contiene violencia o sexo entre otras cosas". Esos indicadores hay que seguirlos de manera estricta debido a que si una persona no está preparada para jugar a dichos juegos, a largo plazo, puede resultar un grave problema.