Pelotaris en huelga exigen mejoras laborales: "Tenemos hasta que pagarnos nuestras palas"
Los pelotaris del leño inician una huelga en los frontones

"Tenemos que pagarnos hasta las palas": la huelga de los palistas sigue en pie
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A la espera de que se alcance un acuerdo con los dirigentes del “leño”, el cuadro de palistas profesionales ha iniciado una huelga para exigir sus derechos en el frontón. No se trata solo de motivos económicos, sino que la situación contractual o peticiones como la de tener personal sanitario durante los partidos en previsión de cualquier accidente, son algunas de las reivindicaciones de los pelotaris profesionales.
Sus contratos están muy lejos de lo que se estila, por ejemplo, en la pelota mano. E, incluso, hay un abismo con lo que perciben algunos puntistas profesionales. Los palistas van más allá. Solicitan otro tipo medidas. Entre ellas, la de no tener que pagar la herramienta que utilizan en su trabajo. Una pala sale a un precio de 40 euros. Puede darse la circunstancia de que se puedan romper tres palas en un mismo partido.
Pablo Fusto y Asier del Río, en Radio Bilbao
Pablo Fusto, una de las grandes figuras del actual cuadro profesional, y Asier Del Río, joven palista de Lezama, acudieron al programa SER Deportivos de Radio Bilbao para explicar la situación que atraviesan. “Estamos pasando una situación desagradable a la que no estamos pudiendo darle la vuelta. No tiene, de momento, solución. Hemos llegado al peor escenario, que es la huelga. Es nuestra profesión y no podemos jugar. Es muy desagradable", apuntó el palista argentino.
Reunión decisiva el miércoles
Los pelotaris han pedido una serie de mejoras a la empresa Inpala, que gestiona el frontón, y, sobre todo, estar informados sobre la nueva licitación del frontón de Miribilla. Se da la circunstancia de que, por ejemplo, un pelotari como Ibai Pérez, con muchas opciones de meterse en la final del Parejas, que ha recibido una carta de no renovación.
El próximo miércoles las partes tendrán una reunión que puede resultar decisiva para la supervivencia de la pala en los frontones de Euskadi.




