¿Se puede mejorar el estado de salud de los humedales de Salburua?

Vitoria

"No vamos a ver una mejora en las balsas de Salburua de la noche a la mañana". Así responde Alberto Manzanos, técnico de Planificación Hidrológica de la Agencia Vasca del Agua, a la pregunta de si es posible una mejora del estado ecológico de las balsas de Salburua. El enclave, paisaje paradigmático de Vitoria-Gasteiz y declarado Reserva de la Biosfera, no recibe una buena calificación en la última evaluación elaborada por parte de URA de las masas de agua de la CAV y, entre ellas, las alavesas. Tanto la balsa de Arkaute, como la de Betoño, se quedan a la cola en este estudio que, año tras año, revisa diferentes sistemas acuáticos. Por el contrario, lasa Salinas de Añana y la Charca de Monreal consiguen una calificación de estado potencial ecológico.

Actividad humana

La razón principal del estado de Salburua somos los humanos y la cercana actividad de las balsas. En el caso de Arkaute el principal factor viene derivado de los sistemas de depuración de la Granja modelo, la cercana gasolinera y la red de saneamiento de Arkaute. Para mejorar su estado, desde el Ayuntamiento de Vitoria se están tomando medidas: AMVISA derivó el pasado mes de febrero el sistema de saneamiento de Arkaute a la red de la ciudad para evitar el vertido a la balsa y en un futuro, se derivarán también las aguas de saneamiento de la gasolinera y las del complejo de la granja modelo. En el caso de Betoño el Ayuntamiento quiere elaborar un estudio que arroje más datos sobre su situación y las medidas que hay que tomar.

Preguntado Manzanos por si estas medidas podrían ayudar a paliar la situación, el técnico apunta, primero, al valor social del propio espacio- como lugar de "sensibilización"- y además, señala reconoce que las mejoras en el estado de las balsas no van a ser inmediatas. "Más que ponerle la etiqueta de cumplo, no cumplo, hay que ver si hay una evolución favorable", señala. Hay medidas que "pueden ser rápidas", pero otras son lentas. En ese sentido, Manzanos apunta a que algunas de las medidas municipales se pueden notar en una reducción de los nutrientes rápida en las balsas, pero otras mejoras ecológicas, por ejemplo, las relacionadas con la comunidad biológica del propio espacio.