La lucha de la exfutbolista afgana Khalida Popal contra el machismo de FIFA: "¡Esperan que los hombres que nos quieren borrar del mapa nos reconozcan como selección!"
La primera capitana de la selección afgana de fútbol lucha por recuperar el derecho a practicar deporte que los talibanes arrebataron a las mujeres de su país tras su retorno al poder en 2021
La lucha de la exfutbolista afgana Khalida Popal contra el machismo de FIFA: "¡Esperan que los hombres que nos quieren borrar del mapa nos reconozcan como selección!"
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Bilbao
Khalida Popal nació en Kabul, la capital de Afganistán. Allí creció entre la dura represión del gobierno dirigido por los talibanes, que arrinconaba a las mujeres, y el apoyo de su familia al que siempre fue su sueño, convertirse en futbolista profesional. En su camino hasta conseguirlo, hasta el día en el que llevó por primera vez el brazalete de capitana de la selección de su país, tuvo que enfrentarse a muchas cosas: "Fue difícil, tuvimos que afrontar muchos desafíos: arrestos, asaltos, abuso, insultos en las calles", recuerda.
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Pese a todo, Khalida logró ser la primera capitana de la historia en el equipo nacional femenino afgano. Pero su enorme logro también supuso que la joven tuviera que huir de su país. Era la única manera de garantizar su seguridad y la supervivencia de su familia. Todo aquello provocó su reacción: "Me dijeron que yo debía estar en la cocina, servir, no estar en el campo de fútbol. Y eso me provocó, hizo que el fútbol se convirtiera en una herramienta para luchar por mis derechos y por los de las mujeres de mi país".
Refugiada en Dinamarca
Así arrancó su nueva vida como refugiada en Copenhague, donde actualmente sigue residiendo. Y Khalida decidió que también en Dinamarca el fútbol podría seguir siendo una herramienta, que podía utilizarlo para mejorar las vidas de otras mujeres en su misma situación. Así que creó la Organización Girl Power, con el objetivo de ofrecer oportunidades deportivas a mujeres y niñas refugiadas y usando el fútbol como instrumento para facilitar su integración en las sociedades de acogida.
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Tampoco se olvidó de sus antiguas compañeras de equipo. Ni del resto de futbolistas afganas. En 2021, Girl Power logró uno de sus mayores hitos: consiguió evacuar de Afganistán a las selecciones femeninas de las distintas categorías -desde juveniles hasta la absoluta- junto a sus familias en un momento de recrudecimiento de la violencia en el país, el de la llegada por segunda vez de los talibanes al poder.
La vuelta de los talibanes
Y es que todas ellas constituían un blanco para los nuevos gobernantes de Afganistán. Por eso, Khalida reunió un grupo de expertos internacionales que gestionó las diferentes peticiones de asilo en países democráticos. Era el momento en el que miles de ciudadanos buscaban por cualquier medio huir del país. El trabajo de Khalida dio resultados: cerca de 600 personas encontraron un nuevo hogar.
Este miércoles ha estado en Bilbao, protagonizando la apertura de la tercera jornada de la Women's Football Week. Khalida ha relatado su historia y ha incidido en cómo "el fútbol me ayudó, cuando vivía en un campo de refugiados, a lidiar con los traumas, con las pérdidas, con lo que echaba de menos, mi hogar, mi gente... Con la pérdida de mi identidad".
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La lucha contra FIFA
Y es que todo lo vivido en Afganistán, que terminó con su huida del país, no fue lo peor que le ha tocado vivir: "Yo era alguien y me convertí en nadie. Como refugiada eres solo un número. Hasta tu nombre te lo arrebatan. Pasas a ser nadie y lo pierdes todo. Perder tu identidad es lo más duro que puedes vivir. Estás sola en un país nuevo donde no conoces a nadie, ni el idioma, ni la cultura. Pero lo que me ayudó, a mí y a otras personas, a lidiar con ese estrés y esa depresión, fue el fútbol".
Ahora, Girl Power tiene como principal misión intentar recuperar la selección afgana femenina de fútbol. Fue prohibida por el gobierno talibán tras su retorno al poder en Afganistán y, con el amparo de FIFA, las mujeres del país siguen sin tener equipo: "Las normas de FIFA dicen que solo la federación de cada país asociado tiene derecho a enviar a sus equipos a los torneos internacionales reconocidos por la FIFA. ¡Esperan que los hombres que quieren borrar a las mujeres de la sociedad sean los que nos reconozcan! Las reglas necesitan ser cambiadas. Por eso estamos luchando", zanja.
Verónica Gómez
Periodista de la SER desde 2009, cuando comencé mis prácticas en Radio Pamplona. Tras pasar por las...
