SHESA, la sociedad del Gobierno vasco del fiasco del fracking, cierra este año
El EVE absorberá el personal y sus activos de 12,5 millones de euros, tras la venta de su participación en Viura (La Rioja)
Explotación de gas Viura en Sotés (La Rioja) / HEYCO ENERGY
Vitoria-Gasteiz
La Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, SHESA, que saltó a la fama por el fracking y el gas de Subijana, echará la persiana este año. Hace meses que el organismo dependiente del Gobierno vasco no tiene ninguna actividad, tras vender su participación en el pozo Viura, la explotación de gas en Sotés (La Rioja) del que era socio.
"Se trabaja con el objetivo de ejecutar el cese de actividad en el presente ejercicio", explica un escrito firmado por el consejero de Industria, Mikel Jauregi, y remitido al Parlamento vasco en respuesta a un consulta del PP.
Lo que queda de SHESA será absorbido por el Ente vasco de la Energía, esto es, los siete profesionales, directivos y técnicos, empleados por la sociedad además de sus activos, cercanos a los 12,5 millones de euros, que proceden de la venta de gas y principalmente de la venta de su participación en Viura, el único pozo que SHESA ha explotado con éxito.
Operación confidencial
SHESA vendió su parte en abril de 2024 a Heyco Energy. ¿Cuánto ingresó por la operación? El Gobierno vasco se aferra a que es información confidencial para no revelar la cantidad.
"Se está a la espera de recibir la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica a dicho acuerdo para su perfeccionamiento y consecuente salida total del proyecto", explica el departamento que dirige Jauregi. La situación patrimonial del organismo está actualmente en proceso de auditoria.
SHESA dice adiós, tras una trayectoria polémica, marcada por el fiasco del fracking y del pozo de gas de Subijana con el que Euskadi iba a autoabastecerse durante 60 años, que el lehendakari Patxi López anunció durante un viaje a EEUU en 2011.
El fracking saltó a Euskadi durante la visita del lehendakari Patxi López a una explotación de gas en Dallas / JON BERNÁRDEZ.
La ley de Transición Energética, que obligaba al Gobierno vasco a desprenderse de sus inversiones en hidrocarburos, ha sido la puntilla para SHESA, que aún conserva los derechos de los permisos para explotar gas concedidos por el Estado.
Según nos explican, su anulación es compleja, corresponde al Ministerio de Transición Ecológica y es lo que está dilatando el cese de la actividad, a la que se pretende dar carpetazo este mismo año.
"Siendo objetivo prioritario alcanzar cuanto antes el cese de la actividad de SHESA, no resulta posible plantear un cronograma fiable para tal fin, toda vez que muchos de los trámites necesarios para completar dicho objetivo resultan ajenos a la propia SHESA", asegura Industria.