Tzibi Juaristi, jugadora del primer Athletic femenino en 2002: "Antes nos conformábamos con migajas, nos valía con no ir para atrás; ahora creo que hay que ir más rápido"

Bilbao

Tzibi Juaristi (Getxo, 1976) debutó en el Athletic en el día en el que se estrenó el Athletic. Ella, junto a Onaindia, Eba Ferreira o Eli Ibarra, formaron parte del primer once rojiblanco formado por mujeres. Era octubre de 2002, y el club bilbaíno acababa de formar un equipo femenino. Para empezar, golearon 7-1 al Torrejón. Poco después, en 2003, jugaron su primer encuentro en el viejo San Mamés, en el que golearon 5-1 al Puebla y encarrilaron su primer título de Superliga.

"Son recuerdos muy chulos, suponía llegar a un lugar que ni nos habíamos planteado", reconoce ahora Tzibi. "Como jugadoras teníamos otros objetivos, disfrutar del fútbol al máximo nivel, pero no como parte del Athletic. Fue algo novedoso y una gozada", reconoce.

Una chica jugando en San Mamés

Obviamente, Tzibi reconoce que San Mamés es un lugar especial. Para todo athleticzale es un privilegio poder disputar un encuentro en La Catedral. Para una mujer, más todavía: "Para una chica lo es más, sin duda, porque era un sueño mucho más inalcanzable".

No duda a la hora de escoger sus mejores recuerdos como leona. Curiosamente, no son de partidos ni de goles, sino de experiencias personales de grupo y en casa. Lo primero, de lo que supuso tener hueco en el Athletic: "Llegar a Lezama con un grupo de chavalas que éramos súper jóvenes en aquella época, con una ilusión del copón por que nos dieran ropa del Athletic. ¡Eras parte de todo eso!", recuerda.

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El orgullo de una familia

Y a ello añade lo que vivió en casa, en una familia de fútbol. Su hermano Iñigo, sin ir más lejos, era el entrenador de aquel primer Athletic femenino: "Sobre todo haber visto el orgullo de mi familia, en casa, de ver a una hija jugando en el Athletic. Para llegar ahí pasamos por cosas complicadas porque el fútbol femenino no estaba bien considerado, ni por las mujeres ni por los hombres de aquella época".

De aquellos primeros años han transcurrido poco más de dos décadas. El Athletic ha pasado de tener un solo equipo a desarrollar una estructura de fútbol femenino completa, desde las categorías de formación hasta el primer equipo. Y desde hace tres años, además, el equipo compite en una liga profesional.

"Ya no nos conformamos con migajas"

Deportivamente, Tzibi cree que ese ha sido precisamente el gran cambio del fútbol femenino en estos últimos tiempos: "Lo veo creciendo poco a poco. La parte física está cogiendo mucho poderío y tiene algo que no teníamos antes, que se dedican exclusivamente a él, y eso hace que estén mucho más preparadas".

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No obstante, aunque reconoce que la situación "ha cambiado bastante, pero todavía hay mucho margen de cambio". Y es que ella ha vivido un cambio de mentalidad: "Antes era más conformista. Mejorábamos un poco y me conformaba con migajas, nos valía con no ir para atrás. Ahora estoy en otro modo, en el de pensar que todavía queda muchísimo y que tiene que ir más rápido".

Precisamente por eso apela a apuestas por el deporte femenino que vayan más allá de un mero maquillaje. Que se haga por convicción: "No se puede negar que se están dando pasos hacia la igualdad de derechos, pero pienso que en muchos casos es más de pega, de paripé. Yo quiero gente que haga movimientos reales, que los lidere, porque cree en ello", zanja.