La Ventana Euskadi
Política

45 años del Parlamento que construyó Euskadi "desde casi la nada"

La Cámara de Vitoria rinde homenaje a los 60 parlamentarios y parlamentarias de la primera legislatura

La Ventana Euskadi (31/03/2025)

Vitoria-Gasteiz

El 31 de marzo de 1980 celebraba su sesión constitutiva el Parlamento Vasco. Lo hizo en la Casa de Juntas de Gernika, el mismo escenario en el que, 45 años después, la Cámara ha rendido homenaje a los parlamentarios y parlamentarias de aquella primera legislatura. 'La ventana Euskadi' ha reunido a varios de ellos en una tertulia para sumarse al homenaje y recordar aquellos años. Se trata de la primera vicepresidenta que tuvo el Parlamento: Inmaculada Boneta (PNV); su compañero de partido y contertulio habitual del programa, Iñaki Anasagasti; Iñaki Ruiz de Pinedo, entonces en HB y hasta hace un mes diputado en el Congreso de EH Bildu; el socialista Ramón Jáuregui; y el hace 45 años único parlamentario del PCE, Roberto Lertxundi.

"El primer parlamento que tiene Euskadi después de ocho siglos", como enfatizó en aquella sesión de 1980 el ya fallecido Juan José Pujana, su primer presidente, tenía 60 parlamentarios, 20 por cada territorio, en vez de los 75 actuales. Como recuerda Boneta, "la intención inicial era que hubiera 20 más, porque el Estatuto preveía la incorporación de Navarra y nosotros siempre tuvimos la esperanza de que Navarra se uniese".

Esa primera Cámara no tenía sede. Las primeras reuniones se hicieron en la sede de la Diputación de Bizkaia. Posteriormente pasaron a reunirse en la de las Juntas Generales de Álava, hasta que finalmente pasaron a ocupar el edificio del antiguo instituto Ramiro de Maeztu, en la capital alavesa, su actual ubicación.

Se fue la luz

De aquella sesión constitutiva, Anasagasti recuerda quiénes integraron la mesa de edad: el lehendakari Leizaola, Santiago Griñó, Carmelo Renovales, Eusebio Albinarrate y Javier Olabarri. Después alguna discusión sobre el reglamento interno, "con Roberto Lertxundi como una mosca... porque estuvo debatiendo cada artículo. Luego intervino Mario Onaindia porque aparecía Euskadi con zeta y le pareció terrible y también porque aparecía por ahí algún cartel con el lema 'Jaungoikoa eta lege zaharra'. Y recuerdo que se fue la luz, porque había una sobrecarga por la televisión y estuvimos a oscuras". Lertxundi no se recuerda especialmente tiquis miquis, pero defiende que "entre votar un reglamento en su conjunto o votarlo artículo a artículo, que es lo que te permite enmendar y modificar alguna cosa, esto es lo lógico. Además, no había prisa. Teníamos 40 años por detrás de dictadura". Lertxundi recuerda que "lo que palpabas era una emoción en casi todos los elegidos parlamentarios en ese momento". Boneta y Jáuregui lo comparten. "Había un sentimiento de mucha emoción, porque la esperanza que teníamos todos era la de construir definitivamente la libertad, la democracia y el autogobierno. Aquello era el comienzo de una andadura que no sabíamos muy bien dónde acabaría porque había muchos obstáculos en aquel momento", cuenta el socialista. Boneta se queda además con las palabras como presidente de la mesa de edad del lehendakari Leizaola. "Me llamaba la atención las cosas tan interesantes que solía decir, además de la representación y el depósito de su legitimidad en ese Parlamento, que tenía un valor político pero también humano", asegura.

La presencia de Leizaola y la continuidad con las instituciones del exilio fueron uno de los argumentos a debate en el seno de HB que aquella misma mañana se decantó finalmente por no acudir a la sesión constituyente, recuerda Ruiz de Pinedo, llamado por su juventud a formar parte de la primera mesa de edad. "Nosotros nos planteamos no acudir como denuncia de que se constituía un Parlamento vasco pero no era el parlamento de los vascos, por el tema territorial", explica.

El PNV fue el gran beneficiado de esa decisión, como le recuerdan Lertxundi y Anasagasti. Los jeltzales habían conseguido 25 escaños en las urnas, pero al no acudir a la Cámara los 11 parlamentarios de HB, superaban por un voto al resto de la oposición. "Batasuna le dio la mayoría al PNV", le reprocha Lertxundi.

La construcción de Euskadi

Osakidetza, la Ertzaintza, el sistema educativo actual, EITB, el Concierto económico...la arquitectura institucional actual de Euskadi se empezó a fraguar en aquellos cuatro años. ¿Cómo lo hicieron? "Teníamos mucha ilusión y muchas ganas de trabajar" recuerda Boneta. "Había que hacer un país desde casi la nada", añade Lertxundi. "La dictadura había destrozado todo el entramado institucional, había que crearlo de nuevo y no teníamos muy claro a dónde íbamos. Yo creo que la clave fue que el parlamentarismo fue la alternativa frente a la negativa del parlamentarismo. El Parlamento vasco institucionalizó Euskadi". Jáuregui no se olvida del papel jugado por el primer Gobierno vasco de la democracia. "Hubo un Gobierno vasco muy potente, que construyó el país junto a nosotros. Nosotros lo empezamos pero todo se construyó en la década de los ochenta.

Esos primeros pasos se dieron, recuerdan todos, en un escenario muy complejo. Anasagasti enumera los problemas de la época: "la crisis industrial y la posterior reconversión; UCD se estaba descomponiendo y aquello impedía mucho el tema transferencial, que era importantísimo; se estaba preparando un golpe de estado; ETA mataba a una persona cada tres días; etc". Jáuregui, hasta entonces secretario general de UGT Euskadi, destaca "la tristeza de la conflictividad social, la situación de la reconversión industrial que estaba poniendo en juego prácticamente todo el aparato productivo clásico del país: todas las acerías, la siderurgia, la máquina herramienta, los bienes de equipo, etcétera. Era una Euskadi muy conflictiva". Ruiz de Pinedo ve el lado positivo de aquella situación. "Veníamos de una lucha contra el desmantelamiento industrial, con un movimiento sindical muy conflictivo, pero gracias a eso se salvaron", recuerda y pone como ejemplo a los trabajadores de Nervacero, que llegaron a secuestrar a los parlamentarios en la Cámara durante una de sus protestas.

45 años después

45 años después, los parlamentarios y parlamentarias de aquella primera legislatura coinciden en el éxito de aquella aventura. "El Parlamento actual no tiene alternativa, es una institución indispensable en nuestro país", concluye Roberto Lertxundi. Inmaculada Boneta se felicita porque la Cámara actual tenga mayoría de mujeres (52 por ciento de parlamentarios) y recuerda que hace 45 años sólo era 5 de 60: además de ella, estaban Ana Berenciartua, Begoña Munarriz, Maite Sáez de Olazagutia e Itziar Aizpurua. Jauregui sin embargo cree que la Cámara actual ha perdido relevancia y proyección exterior. "Por una parte, afortunadamente ya no hay violencia y todo lo que tiene que ver con ese elemento trágico de nuestra vida ha desaparecido como foco informativo. Además, muchas leyes que han conformado el país ya se han realizado. Y luego hay un tercer fenómeno común a todos los parlamentos del mundo, que están sufriendo un deterioro en manos del Ejecutivo. Los Ejecutivos están atrapando gran parte de las funciones legislativas, deteriorando seriamente los sistemas representativos y también el Parlamento Vasco sufre ese problema", explica.

¿Se parece la Euskadi actual a aquella con la que soñaban hace 45 años? Para la mayoría sí. "Yo soñé con una Euskadi en paz y la tenemos, afortunadamente. Soñé con una Euskadi capaz de superar toda esa reconversión industrial del hierro. Hoy manejamos la fibra de carbono, hacemos computadoras, tenemos laboratorios de biogenética, estamos llenos de centros tecnológicos. Esa es la Euskadi que queríamos, una Euskadi en paz y en progreso y con un autogobierno profundo", cuenta Ramón Jáuregui. Puestos a cambiar algo, le habría gustado un Parlamento que tuviera la capacidad de legislar sobre fiscalidad. Lertxundi cree que "Euskadi tiene todavía mucho camino que recorrer. Tenemos que ser capaces de establecer niveles de colaboración específicos con Navarra y con Iparralde; y hay que plantearse la perspectiva de lo que significa la Unión Europea. Y probablemente hay que abrir un camino a una España federal". Navarra e Iparralde también aparecen como deseo pendiente para Anasagasti, junto al uso del euskera. "El otro día me encontré con una excursión de escolares en el pueblo. Vieron un mapa en el que venía Navarra e Iparralde. Y decían, esto no es Euskadi. Eran chavales y chavalas formados en Vitoria. No se parece eso a lo que yo había soñado hace 50 años", asegura Ruiz de Pinedo.

Eva Domaika

Jefa de informativos en Cadena SER Vitoria. Presenta...