Los colegios frente al reto digital: así impactará la nueva ley de menores en el uso de pantallas

Bilbao

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley para la protección de los menores en el entorno digital en España, una medida que ha generado un amplio debate en la opinión pública y que, de aprobarse, convertiría al país en pionero en la Unión Europea en esta materia. Esta iniciativa ha sido analizada en profundidad por Lorena Fernández, directora de Comunicación Digital de la Universidad de Deusto en su sección "De las ondas a la red" dentro del programa Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia.

Una ley con implicaciones de gran alcance

La normativa ha establecido medidas claves, como la elevación de la edad mínima para acceder a redes sociales de los 14 a los 16 años. Sin embargo, según Fernández, "no existe un mecanismo fiable para verificar la edad de los usuarios, lo que deja la aplicación de esta medida en el aire". Aunque la Agencia Española de Protección de Datos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre han anunciado el desarrollo de una herramienta de verificación de edad, aún sigue en fase de pruebas.

Otro punto crítico ha sido la obligación de que todos los dispositivos digitales cuenten con herramientas de control parental activadas por defecto. "Si bien esto puede ser un paso en la dirección correcta, el 60% de los adolescentes ya ha aprendido a sortear estas restricciones, lo que demuestra que la clave está en la educación digital y no solo en la regulación", ha afirmado Fernández.

El papel de los centros educativos

La ley también ha otorgado mayor autonomía a los centros educativos para regular el uso de dispositivos en el aula y en las actividades extraescolares. "Si queremos que los menores hagan un uso responsable de la tecnología, debemos enseñarles cómo utilizarla y no simplemente prohibirla", ha destacado Fernández. Esta reflexión llega en un momento en el que algunas comunidades autónomas, como Madrid, han planteado prohibiciones totales de las pantallas en las escuelas.

Medidas para combatir riesgos digitales

Uno de los aspectos más innovadores del proyecto ha sido la regulación de los deepfakes y el grooming. La ley ha tipificado como delito la difusión de imágenes o audios manipulados mediante inteligencia artificial con intención vejatoria o sexual. "Casos como el de Almendralejo han evidenciado la necesidad de actuar rápidamente para evitar que estas prácticas queden impunes", ha comentado Fernández. Además, se han endurecido las penas por grooming, el engaño de adultos a menores en redes sociales para obtener contenido de carácter sexual.

Desafíos pendientes y aplicabilidad

A pesar del carácter pionero de la ley, su aplicabilidad genera dudas. "Todavía no sabemos qué va a pasar con los menores de 14 y 15 años que ya tienen cuentas en redes sociales. La normativa deberá especificar si también se les exigirá verificación de edad", ha señalado Fernández. Además, ha recordado que la aprobación definitiva de la ley depende del Congreso, por lo que aún podrían introducirse cambios antes de su entrada en vigor.

La nueva legislación plantea un marco de protección más sólido para los menores en el entorno digital, pero también deja sobre la mesa interrogantes sobre su viabilidad y efectividad. Como ha concluido Fernández en su intervención, "el reto no está solo en la regulación, sino en cómo conseguimos que estas normas se cumplan en la práctica".

'De las ondas a la red'