"Hemos roto la primera barrera, la de decir bien alto que la violencia sexual contra las mujeres es el núcleo más duro del poder patriarcal"

'La ficción del consentimiento sexual'. Es el título del nuevo libro de Rosa Cobo, profesora de sociología del género de la Universidad de A Coruña y teórica feminista. Un libro que ha sido presentado en el museo de San Telmo y que plantea uno de los debates más actuales del feminismo: ¿Es lo mismo ceder que consentir? Una pregunta que ha respondido la autora cántabra en Radio San Sebastián: "Consentir en un intercambio sexual remite a una sexualidad compartida, negociada y donde hay placer. Ceder es distinto, es dejarse hacer fractura la propia subjetividad de la mujer".

En 'Hoy por Hoy San Sebastián', Rosa Cobo ha explicado en qué momento cree que se encuentra el feminismo hoy en día, cómo ha ido evolucionando durante la historia y cuáles son los siguientes pasos que se deberían dar para que este movimiento siga creciendo y consiguiendo esa igualdad tan necesaria.

Consentimiento afirmativo y negativo

Hay dos tipos de consentimiento, y según la escritora, uno no se entiende sin el otro. "El consentimiento negativo apareció en la década de los 70; las mujeres se dieron cuenta de que nacían y morían socializadas en la idea de complacer al hombre", ha comentado. Por ende, para Cobo, no se puede entender el consentimiento afirmativo sin pasar previamente por el negativo. Un proceso complejo debido a que "las mujeres no sabemos decir que no, y es complicado, desde que nacemos recibimos muchos mandatos socializadores", ha recalcado la cántabra.

La importancia del contexto

La vida son contextos, y en el ámbito feminista más aún, según ha explicado Cobo: "El contexto nos habla de una sociedad en la que hay determinados niveles de igualdad, de desigualdad, de cómo opera la socialización de hombres y la socialización de mujeres". Según la escritora, hay muchísimos factores que intervienen a la hora de poder evaluar y calibrar cuáles son los posibles grados de libertad que tienen las mujeres para consentir intercambios sexuales.

Un contexto en el que hay un problema de fondo, según ha explicado la autora: "Quien no tiene poder, su palabra no tiene credibilidad, lo hemos visto en la sentencia del futbolista Dani Alves". También ha destacado: "Cuando te roban la cartera no hay ninguna duda, pero ante un delito sexual siempre se mantiene la duda". Una duda que prosigue con las preguntas sobre qué ropa llevaba la mujer denunciante, o qué actitud tenía frente al hombre denunciado.

Ahora el contexto comienza a cambiar: "Hemos roto la primera barrera de decir bien alto que la violencia sexual contra las mujeres es el núcleo del poder patriarcal. Hemos hecho una grieta en ese muro, habrá que ver cuándo podremos hacer otra grieta en el poder judicial", ha concluido Rosa Cobo en Radio San Sebastián.