Manu Lezertua: "No querría volver a ser elegido Ararteko, es un trabajo que exige una implicación personal enorme"

El Ararteko, Manu Lezertua, ha confirmado que dejará el cargo de cara a febrero de 2026, tras diez años al frente de la institución. En una entrevista en "La Ventana Euskadi", ha explicado que la legislación impide su reelección y que tampoco habría optado a otro mandato: "La ley dice lo que dice, y hay que respetarla. Además, no querría volver a ser elegido. Es un trabajo que exige una implicación personal enorme, y tras diez años, toca cerrar esta etapa". De este modo, ha confirmado que será otra persona quien presente el informe anual del próximo ejercicio.

Aumento de quejas en salud y vivienda

Lezertua ha explicado que el número de quejas gestionadas por la institución sigue en aumento, reflejando las principales preocupaciones ciudadanas. "Las cuestiones relacionadas con las prestaciones siempre son las más recurrentes, pero este año la salud ha sido el foco principal de preocupación", ha asegurado. En concreto, ha destacado el "malestar" existente entre la ciudadanía por la percepción de deterioro del sistema sanitario. "Hemos detectado un incremento del 70% en las quejas, especialmente por los retrasos en atención primaria, pediatría, traumatología y pruebas diagnósticas", ha detallado.

En materia de vivienda, también se ha registrado un incremento significativo de quejas. "Las esperas en la adjudicación de vivienda, la gestión de prestaciones y las condiciones de los alquileres sociales son los principales motivos de reclamación", ha apuntado. Además, ha destacado las dificultades de las personas en situación de vulnerabilidad para acceder a una solución habitacional: "Muchas familias esperan durante años una vivienda social mientras afrontan situaciones de extrema urgencia".

"Las administraciones están cooperando más, pero sigue habiendo resistencias"

Preguntado por la relación de la institución con las administraciones, Lezertua ha reconocido que ha habido avances: "En 2022, tras la crisis del COVID, algunas administraciones no cooperaban. Me enfadé un poco y, desde entonces, las cosas han mejorado". No obstante, ha recordado la controversia con la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria en relación con la cita previa obligatoria. "Nosotros defendemos que es el ciudadano quien debe elegir cómo relacionarse con la administración, y no al revés", ha afirmado.

En este sentido, ha denunciado que se han dado casos en los que se ha denegado la atención presencial a ciudadanos sin cita previa, incluso en situaciones tan sensibles como la denuncia de un delito. "Nos parece grave que a una persona que ha sufrido un robo se le diga que vuelva otro día o que tramite la cita por internet", ha criticado.

La reforma del Ararteko, en punto muerto

Sobre la reforma de la institución, presentada el pasado verano en el Parlamento Vasco, ha admitido que está estancada. "Es un documento muy trabajado, de casi 200 páginas, en el que analizamos la normativa europea e internacional, así como nuestra experiencia de 40 años". Su propuesta busca dotar a la institución de más herramientas para exigir a las administraciones el cumplimiento de sus recomendaciones. "Hemos evitado introducir un sistema de multas, porque al final las pagaría el ciudadano, pero hemos planteado otras medidas como la obligación de comparecer ante el Parlamento", ha explicado.

Sin embargo, desde su presentación en julio de 2024, no ha habido avances. "Me he reunido con todos los grupos políticos para explicarles el proyecto, pero seguimos a la espera", ha lamentado.

Con la incertidumbre sobre el futuro de la reforma y el aumento de quejas ciudadanas, Manu Lezertua encara su recta final como Ararteko reivindicando el papel de la institución: "Nuestro trabajo es garantizar que los derechos de la ciudadanía se respetan, y seguiremos haciéndolo hasta el último día".