La demolición de una rotonda en Getxo deja a Azkorri sin autobús

Bilbao

Desde este miércoles 16 de abril, el vecindario de Azkorri se ha quedado sin servicio de autobús. La línea A3411 de Bizkaibus, que hasta ahora tenía su cabecera en este enclave costero de Getxo, finaliza su recorrido en la parada del polideportivo de Andra Mari. La supresión del trayecto hasta Azkorri ha sido motivada por la eliminación de una rotonda construida en 2020 y que, según una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, debía ser desmantelada por ocupar una zona verde protegida.

La rotonda era clave para la operativa de la línea, ya que permitía a los autobuses realizar el giro de forma segura. Tras su demolición, el Departamento de Transportes y Movilidad de la Diputación Foral de Bizkaia ha considerado inviable continuar con el servicio hasta Azkorri por motivos de seguridad.

Problemas de seguridad

“La única alternativa es una maniobra en marcha atrás en la avenida Zientoetxe, una acción técnicamente compleja y de riesgo para peatones, vehículos y conductores”, afirman fuentes del departamento a Radio Bilbao. La empresa concesionaria, Euskotren, ha emitido un informe negativo y recuerda que ya en 2018 alertó de estos peligros antes de que se construyera la ahora retirada rotonda.

Desde la Diputación insisten en que se trata de una medida temporal, hasta que se habilite una solución segura que permita recuperar el trayecto. En este sentido, se ha solicitado al Ayuntamiento de Getxo que identifique un espacio adecuado donde los autobuses puedan girar con seguridad.

Desacuerdo en Getxo

Sin embargo, el Ayuntamiento de Getxo ha manifestado su total desacuerdo con la decisión foral. El consistorio considera “inaceptable que se deje sin conexión de transporte público a todo el entorno de Zientoetxe y Azkorri” y exige el restablecimiento inmediato del servicio. La concejala de Obras y Servicios, Janire Ocio, aclara que el desmantelamiento de la rotonda responde al cumplimiento obligatorio de la sentencia judicial, derivada de una denuncia presentada por un vecino.

El Ayuntamiento asegura haber trasladado formalmente su desacuerdo a la Diputación y muestra su disposición a buscar alternativas para que el servicio se restablezca “en condiciones de seguridad y dentro del marco legal vigente”. No obstante, desde el Departamento de Transportes insisten en que la responsabilidad recae en el Consistorio, al que acusan de no ofrecer soluciones técnicas para mantener el servicio.

Acusaciones de inmovilismo

En medio del cruce de acusaciones institucionales, el colectivo ecologista Azkorri Bizirik ha emitido un comunicado en el que denuncia la “negligencia y soberbia” del Ayuntamiento. Según la asociación, el Consistorio tuvo conocimiento de la sentencia hace año y medio, pero en todo este tiempo “no ha ofrecido ninguna alternativa” viable. Critican que durante los últimos siete años el gobierno municipal haya ignorado tanto las denuncias de Bizkaibus como las propuestas realizadas por la propia plataforma vecinal.

El colectivo acusa al Ayuntamiento de haber impulsado desde el principio una obra ilegal en un entorno natural protegido, a pesar de conocer su ilegalidad desde 2020. “Se ha empecinado en la rotonda incluso después de tres sentencias judiciales en su contra”, denuncian.

La asociación subraya que ha tenido que aportar 7.500 euros para afrontar el proceso judicial, con el apoyo económico de los vecinos. Aseguran que su objetivo siempre ha sido la defensa del transporte público, y exigen no solo el mantenimiento del servicio, sino también su refuerzo con mayores frecuencias. “No podemos aceptar que la mala gestión municipal castigue a un barrio entero”, afirman con rotundidad.