Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia
Sociedad
Hostelería y empleo juvenil

La hostelería vasca busca relevo: formación gratuita y empleabilidad para jóvenes en Bilbao

El programa Learning for Life impulsa la inserción laboral de jóvenes en el sector hostelero a través de prácticas reales, mentoría y oportunidades de futuro

"Hemos aprendido puntualidad, compromiso, responsabilidad. Esto es mucho más que aprender a poner copas":

El responsable de hostelería de Peñascal Kooperativa, Roberto García y la manager de Relaciones Corporativas de Diageo para el sur de Europa​ y España, Consuelo Criado han analizado en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia el papel de la formación como herramienta para mejorar la empleabilidad juvenil en Euskadi. Acompañados por dos jóvenes participantes en el programa 'Learning for Life', Aimar y Saray, han reflexionado sobre los retos del sector hostelero en Bizkaia, la importancia de crear oportunidades reales y el impacto de estos itinerarios formativos en la vida de personas con menos recursos.

Euskadi, a la cabeza del gasto hostelero

Con un gasto medio por persona de 1.571 euros al año en hostelería, Euskadi lidera el consumo hostelero del país, situándose casi un 19% por encima de la media nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esta región cuenta con 12.683 establecimientos hosteleros, lo que equivale a casi 58 locales por cada 10.000 habitantes, una densidad que refleja el peso económico y social del sector.

Pero el auge del turismo y el consumo no se traduce directamente en personal cualificado. De hecho, muchos hosteleros en Bizkaia siguen denunciando dificultades para encontrar trabajadores formados. En este contexto, el programa Learning for Life, impulsado por la multinacional Diageo, ofrece una alternativa: formación gratuita especializada y acompañamiento laboral para jóvenes con menos oportunidades.

Roberto García (Peñascal Kooperativa): “Hay que formar para romper la barrera de la experiencia”

Desde Peñascal Kooperativa, entidad formadora del programa, Roberto García señala que la hostelería sigue siendo uno de los sectores con más oportunidades laborales en Bizkaia, junto a la fabricación mecánica. Sin embargo, también insiste en las barreras que enfrentan muchos jóvenes.

“Las empresas siguen pidiendo experiencia, y eso impide que muchos jóvenes accedan al primer empleo”, señala. La clave, dice, está en la formación dual y en programas como este, que permiten aprender en entornos reales.

Peñascal trabaja con un alumnado muy diverso, tanto en edad como en origen o situación personal: “Desde jóvenes de 15 años hasta personas cercanas a la jubilación, con trayectorias vitales muy distintas”.

Formación con impacto social

Consuelo Criado, manager de Relaciones Corporativas de Diageo para el sur de Europa, subraya el objetivo doble del programa: mejorar la empleabilidad juvenil y elevar el nivel profesional del sector hostelero.

“Queremos inspirar, transformar vidas, y dotar a los jóvenes de herramientas reales para su futuro”, explica. Además de técnicas de bar, los participantes reciben formación en inclusión, diversidad, habilidades sociales y desarrollo personal. Todo ello en un curso intensivo de aproximadamente dos meses, con acompañamiento continuo incluso después de finalizar la formación.

Saray , alumna: “Volví a ilusionarme con la hostelería”

Saray, joven venezolana afincada en Bilbao desde hace dos años, es una de las participantes en el programa. Tras una experiencia laboral negativa en un bar a los 16 años, pensó que la hostelería no era para ella. Sin embargo, el paso por Learning for Life le ha devuelto la motivación.

“Ahora sé que puedo estudiar, aprender un oficio y tener un futuro”, cuenta emocionada. En Peñascal ha descubierto no solo una profesión, sino también valores como la puntualidad, la responsabilidad y la confianza en sí misma. “Estoy sacándome el cuarto de la ESO y me he dado cuenta de que puedo llegar muy lejos”, afirma con orgullo.

Aimar, alumno: “Me han enseñado a gestionar situaciones reales”

Aimar, de origen boliviano, optó por la FP de hostelería tras no encontrar motivación en el sistema educativo tradicional. Ahora cursa un grado medio de camarero y, gracias al programa, ha aprendido no solo técnicas de servicio, sino también cómo afrontar situaciones reales en el entorno laboral.

“Nos enseñan cómo reaccionar, por ejemplo, si un cliente se pasa de copas. No es solo servir, es saber estar, manejar el espacio y cuidar del cliente”, explica. Su objetivo es seguir creciendo en el sector, con la vista puesta en una carrera larga y profesional.