"¿Bengoetxea?, un 10": Iturralde González da la máxima puntuación al colegiado bizkaino en la final de la Copa
El árbitro de Carrusel valora positivamente la actuación de De Burgos Bengoetxea tras un partido marcado por la polémica

Iturralde le pone un 10 a De Burgos Bengoetxea
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La final de la Copa del Rey entre Real Madrid y FC Barcelona no solo ha estado marcada por la intensidad del juego, sino también por la controversia que ha rodeado al arbitraje de Ricardo De Burgos Bengoetxea. El colegiado, que ya era objeto de debate por decisiones previas, se enfrentó a una gran presión durante todo el encuentro. Sin embargo, a pesar de los incidentes que empañaron la previa de la jornada, la valoración de Iturralde González sobre su actuación fue más que positiva.
En su intervención en Carrusel Deportivo, Iturralde González ha destacado que De Burgos Bengoetxea logró mantener el control en un partido complicado y manejar las situaciones difíciles de manera eficaz. "Habrá tiempo para hablar de amarillas, penaltis y jugadas polémicas, pero hay que tener en cuenta de dónde venimos y cómo se manejó la situación en el campo. El arbitraje cumplió su cometido, y hoy se hablará de fútbol, no de arbitraje," ha concluido el exárbitro, resaltando la importancia de valorar el contexto de los incidentes.
Las tres expulsiones y el caos en el Real Madrid
La final se convirtió en un campo de batalla no solo entre los dos grandes clubes, sino también en un escenario cargado de polémicas decisiones arbitrales, que derivaron en tres expulsiones para jugadores del Real Madrid: Rüdiger, Bellingham y Lucas Vázquez.
La primera expulsión, la de Rüdiger, fue uno de los momentos más comentados. El defensa del Real Madrid, quien ya había sido sustituido, reaccionó agresivamente tras una decisión que consideró injusta. Tras la protesta de Rüdiger, De Burgos Bengoetxea inicialmente le mostró tarjeta amarilla, pero una segunda reacción más hostil del jugador llevó al árbitro a mostrarle la roja. Desde el banquillo, Rüdiger lanzó un objeto en dirección al árbitro, lo que fue interpretado como una actitud desafiante e inaceptable. Este comportamiento requirió la intervención del cuerpo técnico para calmar la situación. Según el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol, este tipo de conducta podría conllevar sanciones de entre 4 y 12 partidos.
El segundo incidente involucró a Jude Bellingham. Tras la expulsión de Rüdiger, el centrocampista del Real Madrid, visiblemente frustrado, mostró su descontento con el arbitraje de manera muy clara. Durante el partido, Bellingham expresó su cabreo con el cuarto árbitro, diciendo: "¿Por qué, por qué? Esto es muy loco", para luego terminar repitiendo el ya conocido "fuck off". Además, al finalizar la primera parte, fue captado en el túnel de vestuarios diciendo: "Todo lo que es 50/50 va para ellos (el FC Barcelona)". Esta actitud desafiante llevó a que De Burgos Bengoetxea sancionara a Bellingham con una tarjeta roja.
El tercer incidente involucró a Lucas Vázquez. En la segunda mitad, el extremo gallego fue amonestado por una falta sobre Gavi. Sin embargo, su posterior reacción, ya en el banquillo, en la que mostró su descontento hacia el arbitraje, le costó abandonar el estadio. De Burgos Bengoetxea le mostró una tarjeta roja por sus protestas continuas, prácticamente con el partido acabado.
La actitud dialogante de De Burgos Bengoetxea durante todo el partido con los jugadores de ambos equipos, evitó problemas y disputas que habitualmente se ven cuando se enfrentan Barça y Real Madrid. El colegiado bizkaino, fue firme en sus decisiones, pero también supo rectificar cuando se lo recomendaron desde el VAR para anular un penalti a favor del Barça.




