El apagón general ralentiza el comercio de Bizkaia: CECOBI alerta de pérdidas y problemas con datáfonos y seguridad

El apagón eléctrico que afectó a gran parte de España este lunes dejó un fuerte impacto en el comercio de Bizkaia. María López, vicepresidenta de CECOBI (Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia), relató en los micrófonos de Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia las consecuencias inmediatas de esta interrupción sin precedentes del suministro eléctrico, que afectó a más de 45.000 personas empleadas en el sector comercial del territorio.

Los problemas comenzaron a mediodía, cuando datáfonos, persianas eléctricas y sistemas de alarma dejaron de funcionar en gran parte de los establecimientos. Muchos comerciantes se vieron obligados a cerrar sus negocios o a retrasar las operaciones de venta durante horas.

Cobros paralizados y sistemas alternativos

Uno de los principales problemas se centró en los terminales de punto de venta (TPV). Según López, muchos de los dispositivos que funcionan mediante tarjeta SIM experimentaron fallos graves, impidiendo completar transacciones. "Cuando el datáfono nos da aceptado y no saca el impreso, hay que revisar si ha entrado bien el pago. Conectarse a una red Wi-Fi puede resolver el problema, pero no todos los comercios tienen esa posibilidad", explicó.

En municipios como Santurtzi, se vivieron complicaciones severas. "Todavía ahora hay cajeros automáticos que no funcionan", señaló la representante de CECOBI. Esto afectó especialmente a zonas como Derio, Erandio, Amorebieta, Ermua o Arratia, donde supermercados BM tuvieron hasta 20 centros cerrados hasta bien entrada la tarde.

Seguros y coberturas: entre la incertidumbre y la revisión

Otro punto clave que abordó CECOBI fue el papel de los seguros en estos casos. La confederación mantiene acuerdos con entidades como Caja Rural de Navarra o Mapfre, pero las compensaciones dependen de la póliza contratada. "Es buen momento para revisar qué cobertura tiene cada comercio. Algunas contemplan paralización de actividad con compensaciones entre 60 y 600 euros al día, y otras solo cubren pérdidas en productos perecederos tras más de seis horas de corte", aclaró López.

Asimismo, algunos comerciantes podrían reclamar por daños en aparatos eléctricos o por falta de seguridad, al no poder cerrar persianas ni activar alarmas. No obstante, todo depende de las condiciones particulares de cada contrato.

Solidaridad, civismo y soluciones improvisadas

A pesar del caos, la actitud del personal y de los clientes fue destacada por María López. "El personal se volcó para atender a los clientes, incluso sin sistemas funcionando. Hubo que fiar productos, acordar pagos posteriores y confiar en la buena voluntad. El civismo fue ejemplar", expresó.

Ella misma relató su experiencia como comerciante en Bolueta, donde su tienda de pinturas no recuperó el suministro hasta las 18:00 horas. En algunos casos, ante la imposibilidad de cobrar, se optó por anotar deudas para resolverlas en los días siguientes.