Pedro Luis Uriarte: "La autocomplaciente sociedad vasca debe despertar porque el desafío que viene es sideral"
El primer consejero de Economía y Hacienda de la democracia agradece que el lehendakari Pradales "vaya a hacer justicia a Garaikoetxea, que fue un titán"

Pedro Luis Uriarte: "La autocomplaciente sociedad vasca debe despertar, porque el desafío que viene es sideral"
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Vitoria-Gasteiz
Este 29 de abril se han cumplido 45 años de la toma de posesión del primer Gobierno vasco de la democracia, el que presidió Carlos Garaikoetxea. Aprovechando la efeméride, hablamos con el que fue su consejero de Economía y Hacienda, Pedro Luis Uriarte. Se le conoce como el padre del Concierto económico. Uriarte venía de ser director del Banco Bilbao y cuando dejó el Ejecutivo llegó a consejero delegado y vicepresidente del Consejo de Administración del BBV. Posteriormente fue el primer presidente de Innobasque, la agencia vasca de innovación.
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Euskadi: Memorias y horizonte. Episodio 1: Pedro Luis Uriarte
PREGUNTA: 45 años de la toma de posesión del primer Gobierno vasco de la democracia. En el mismo cumpleaños del Parlamento vasco, celebrado hace un mes, se dijo que aquel fue "un gobierno muy potente". ¿Cómo os reclutó Carlos Garaikoetxea?
PEDRO LUIS URIARTE: Pues por decirlo gráficamente a lazo. Entonces yo tenía lo que mi madre llamaba "un puestazo". Con 37 años recién cumplidos, era nada menos que el director de todas las operaciones del Banco Bilbao en el País vasco.
Estaba reunido yo una noche en Vitoria con mi equipo y se me acercó un empleado del Banco y me dijo al oído: "Le llama el Lehendakari Garaikoetxea". Me dijo que quería hablar conmigo. Tuve luego con una conversación en Vitoria y me lanzó que quería que yo fuera el consejero de Economía y Hacienda. Yo le dije, que se lo agradecía mucho, pero que no podía porque me acababan de nombrar en el Banco y no podía dejarles colgados. Entonces me dijo: "No te preocupes, eso lo tengo resuelto. He hablado con el presidente del Banco y te van a autorizar".
El Gobierno empezamos de cero patatero: no teníamos mesa, no teníamos plantillas, no teníamos nada. Te voy a contar una anécdota: El Lehendakari nos convocó a una reunión en la Diputación foral de Bizkaia (la primera sede provisional del Ejecutivo). Recuerdo a un ordenanza esperando: "Mira, es a la derecha y luego a la derecha y al fondo a la izquierda". Entonces fui yo a la derecha, a la derecha y al fondo a la izquierda y había dos puertas. Abro una puerta y preguntó: "Perdón, ¿es el Gobierno vasco?". "No, aquí no es". Entonces fui a la otra puerta. "Perdón, ¿es el Gobierno vasco?" "Sí, sí, adelante, pasa".
¿Cómo era Carlos Garaikoetxea de lehendakari?
El otro día leí en prensa que el lehendakari Pradales, con motivo de un homenaje que le va a tributar a Garaikoetxea y a su primer Gobierno, dijo que aquel fue el "dream team" de Euskadi. Él lo decía en sentido laudatorio, lo cual es de agradecer tremendamente. Pero yo desagregaría las dos palabras. "Dream" de sueño en inglés, porque efectivamente aquel fue un gobierno que tuvo un sueño, que dio un paso adelante, en una situación crítica en Euskadi. El año 1980 fue el de mayor actividad terrorista de la historia de ETA, pero además, la economía vasca se estaba derrumbando...Así que, por un lado, ese Gobierno tuvo un sueño que hizo realidad y, por otro, está el "Team", el equipo, 13 personas absolutamente desconocidas que tuvimos que crear un equipo.
Ese equipo tuvo al frente a una persona irrepetible, a la que me alegra muchísimo de lo que va a hacer Pradales, porque se le va a hacer justicia, porque se han confundido los desencuentros políticos que se produjeron tras la ruptura del PNV en 1986 con la labor que hizo aquel lehendakari. Garaikoetxea fue un titán, fue el padre del Estatuto, , fantástico, carismático con unas capacidades de negociación absolutamente impresionantes, un abertzale convencido y creo que en la historia de Euskadi tiene un lugar preeminente sin ninguna duda. Los que estuvimos a sus órdenes, cumplimos con nuestro deber, que era tratar de sacar a una Euskadi que estaba destrozada del pozo negrísimo y hondísimo en el que estaba.
¿Por dónde empezasteis?
De cero absoluto. Primero, buscando una sede donde sentarme. Tuve que alquilar un despacho al Obispado de Bilbao para tener un sitio para sentarme. Y la segunda cosa que tuve que hacer es encontrar gente que trabajara conmigo. Había que crear un Gobierno, había que negociar el Concierto económico.
Te aclaro que yo no tenía ni idea del Concierto económico. Mi conocimiento se limitaba a una asignatura de tercer curso de Derecho, que se llamaba Hacienda pública. Y de Economía sabía por el Banco. Pero fíjate lo que es la vida. Un chaval de 37 años sin ninguna experiencia política, sin equipos, sin conocimiento, sin nada, 14 días después de ser nombrado, se tiene que sentar en el despacho del poderoso ministro de Hacienda y decirle que lo que habían negociado con el Consejo General vasco no me valía y había que empezar a negociar de nuevo. Esa negociación duró un año.
"Sin autonomía financiera, no hay autonomía". Eso suele decir Garaikoetxea. ¿Qué supuso el Concierto económico para Euskadi? ¿Qué hubiese sido de Euskadi sin el Concierto económico?
Que Euskadi no sería lo que es ahora. El Concierto económico es como cuando encargas una casa a un arquitecto famoso, te hace unos planos absolutamente espectaculares, y a continuación tienes que preguntar: ¿y esto cómo lo pago? El Concierto económico responde a esa pregunta. El Estatuto de autonomía era el que establecía ese plano de la casa, con competencias exclusivas, etc. pero había que tener dinero para pagar esas competencias. La sanidad, Osakidetza, Educación, carreteras, RGI, protección social, euskera...Todo eso ha salido de que tenemos el Concierto económico.
¿Se le ha sacado todo el partido que se podía?
Yo creo que se les ha quedado muchísimo partido. La calidad de los servicios públicos comparada con el resto del Estado con todos los respetos es mejor. Pero, además, el Concierto te da como facultades la de mantener, establecer y regular el régimen tributario, y eso te puede sonar a música celestial, pero son facultades propiamente estatales. Eso significa que no existe ningún territorio en el mundo que tenga reconocidas constitucional y formalmente las facultades que tienen reconocidas los tres territorios que forman la Comunidad Autónoma del País Vasco. Y eso tiene un valor político inmenso.
¿Reconoces en la Euskadi actual, aquella con la que soñabais el primer Gobierno vasco? ¿En qué ha superado vuestras expectativas y en cuáles no se han alcanzado?
Ni en el mejor de los sueños podíamos soñar que en el año 2025 podíamos estar viviendo como estamos viviendo. Entonces, ¿qué ha podido cambiar desde entonces? Bueno, que la vida ha cambiado mucho. Tenemos en estos momentos una calidad de vida infinitamente mejor. Tenemos una población estancada, que es una amenaza para nuestro futuro clarísima. La mayor amenaza que tenemos es la amenaza poblacional porque nos va a plantear un desafío de tener que construir una sociedad multiétnica y multicultural, un desafío que no todos los países, por lo de decir, ninguno ha conseguido superar satisfactoriamente.
Pero es que, además, la sociedad vasca, que ha disfrutado de una mejor calidad de vida, una mayor prosperidad, se ha vuelto autocomplaciente y es menos luchadora que antes en términos de aspiración. Hemos perdido algunos valores. Hemos desarrollado mucho nuestros derechos, pero quizás hemos perdido el sentido de responsabilidad de cumplir con una serie de obligaciones. Tenemos un desafío gigantesco como sociedad. Estamos en el momento más complejo de nuestra historia. En los 80 era el momento más abrupto y más peligroso de nuestra historia en términos de confrontación, todo era brutal. Ahora, en cambio, el desafío que tenemos es silencioso, no lo estamos percibiendo. ¿Cuál es ese desafío? Tenemos que construir una sociedad multiétnica y multicultural. ¿Cómo va a ser la Euskadi con un 30% de personas que han nacido en América Latina, en África, en Rumanía, etcétera? ¿Qué va a representar para ellos Euskadi, la ikurriña, el euskera...? En segundo lugar tenemos que superar un problema gravísimo que es del calentamiento global. Y luego, hemos pasado de una economía que era agrícola industrial a una economía digital y eso significa un proceso de reconversión, tanto en términos de capacidades personales como empresariales. Y para complicar todo, está cambiando el modelo geoestratégico, la globalización con la que hemos vivido más de un siglo está desapareciendo, y ahora en dos meses escasos, un señor que preside el país más poderoso de la Tierra ha dado una serie de puñetazos en la mesa y ha cambiado todas las referencias mundiales.
Estamos en un momento complejísimo, ante un desafío sideral y la autocomplaciente sociedad vasca tiene que responder.
Si tuvieras 37 años y la tarea de empezar a construir un país ahora, ¿qué harías?
Habría que empezar por reflexionar. Hay que asumir que Euskadi, que en el año 1980 tuvo que afrontar el reto de la primera transformación económica y social, ahora tiene que afrontar un reto más complejo todavía, el de la segunda transformación. Pero así como entonces nos tuvimos que enfrentar a una situación abrupta, que te obliga a reaccionar, porque nos estábamos hundiendo, ahora no percibimos el peligro. Por lo tanto, la primera obligación es despertar a las sociedad vasca para que afronte el reto que tiene enfrente de ella. Concienciación, transformación y trabajo, trabajo, trabajo. Nos tenemos que transformar profundamente.

Eva Domaika
Jefa de informativos en Cadena SER Vitoria. Presenta el informativo diario ‘La ventana Euskadi’. Si...




