“Hay que pelearlo”: dos generaciones dialogan sobre los derechos laborales y la organización sindical

Bilbao

En el marco del Primero de Mayo, Día Internacional de las Personas Trabajadoras, Marcial Moreta, de 64 años y a punto de jubilarse en la planta de Michelin en Vitoria, conversa en Radio Bilbao con Markel López, de 20, quien está a punto de iniciar su trayectoria profesional en una asesoría contable y de recursos humanos en Getxo. En un diálogo intergeneracional marcado por el respeto mutuo y la conciencia de clase, ambos reflexionan sobre el pasado, el presente y el futuro del trabajo.

"Yo estoy acabando mi vida laboral en una empresa del sector químico, donde llevo ya prácticamente 35 años trabajando", explica Moreta con la serenidad de quien ha visto cambiar el mundo del trabajo desde dentro. Frente a él, López reconoce que se encuentra en el extremo opuesto del camino: "Este año voy a empezar a trabajar durante todo el año", dice con ilusión en la SER, pero también con una dosis de incertidumbre.

La conversación comienza con los primeros consejos prácticos y continúa con las cuestiones más profundas del sindicalismo y la organización colectiva. “Tienes que cumplir con tu contrato y hacer que la empresa también cumpla el suyo”, señala este hombre de Vitoria. “Eso conlleva unos deberes, pero también unos derechos que la empresa tiene que respetar”. Para él, esa conciencia no llegó sola: se forjó a lo largo de casi medio siglo de experiencia, que comenzó en el sector de la construcción y muy pronto le llevó a implicarse en el movimiento sindical. “En noviembre del año pasado se cumplieron 45 años desde que salí por primera vez delegado del sindicato”, rememora este vitoriano en 'Hora 14 Euskadi'.

A lo largo de su vida laboral, Moreta ha presenciado grandes avances. “Cuando empecé trabajábamos 44 horas semanales. No llegamos a las 40 horas hasta el año 82. Ahora estamos a punto de conseguir las 37 horas y media”, explica. Para él, la organización de los trabajadores ha sido clave en cada uno de esos logros: “Está demostrado que donde hay organización, donde los trabajadores se juntan, hablan, debaten y se defienden, es donde mejores derechos hay”.

López, por su parte, asiente y comparte la visión de que su generación debe asumir la responsabilidad de seguir ese legado. “Creo que es importante que la clase obrera joven se organice para que se respeten sus derechos”, afirma, y pone sobre la mesa uno de los grandes desafíos del presente: la salud mental. “Los problemas de salud mental son cada vez más comunes y creo que debemos darle la importancia que merece”, añade, recogiendo uno de los apuntes de Moreta, que subraya que “muchas veces es preferible tener menos incremento salarial si a cambio se consiguen mejoras importantes en la salud de los trabajadores”.

En ese sentido, Moreta recuerda su papel como uno de los primeros delegados de prevención en su empresa tras la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995. “Se han hecho muchas cosas, pero después de 30 años todavía no se cumple al 100% en todos los centros”, denuncia. Por eso insiste en la necesidad de seguir organizándose: “La pelea se da tanto dentro como fuera de los centros de trabajo. Hoy, 1 de mayo, se ve también esa fuerza en la calle”.

El veterano trabajador se niega a caer en la nostalgia vacía o en la crítica fácil hacia los jóvenes. “Los jóvenes de ahora son como los que éramos entonces. Lo que pasa es que hemos idealizado aquella época. No todos los jóvenes participaban del movimiento obrero, tampoco entonces”, aclara. “Es verdad que ahora la situación de entrada parece más complicada, pero eso no es razón para no pelear”.

La conversación se cierra con un mensaje claro y directo: la organización sindical sigue siendo la herramienta más eficaz para defender los derechos laborales. Y el relevo generacional está ya en marcha. “Muchas gracias, es un placer conocerte, Marcial”. “Igualmente, Markel —responde Moreta—. Te deseo que dentro de 47 años estés aquí con otra persona como tú, explicándole cómo ha evolucionado tu vida y que estés satisfecho de lo que has hecho durante esos años”.