El bailarín Gorka Durán, premio Artista Revelación en la Gala de la Danza

San Sebastián

La 22.ª edición de la Gala de la Danza, que se celebró este domingo, 4 de mayo, puso el broche de oro a un mes repleto de actividades culturales reconociendo la trayectoria ascendente de Gorka Durán, quien recibió el premio Artista Revelación. Entrevistado en Hoy por Hoy San Sebastián, el joven bailarín, natural de Euskadi, mostró su sorpresa y alegría al conocer la noticia, dejando claro que, aunque el camino no ha sido fácil, la recompensa ha merecido la pena.

“Estoy muy contento, la verdad. No me lo esperaba, ha sido una sorpresa total. Más que un premio, lo recibo como un regalo”, confesó Gorka. Su historia es bien conocida en su entorno: lleva bailando prácticamente desde la infancia y fue alumno destacado de la escuela Estudio 24, dirigida por Iker Murillo y Vitali Safronkine, quienes no ocultan su orgullo. “Para nosotros es un orgullo inmenso. Lo vimos crecer aquí como alumno y ahora ya es un profesional consolidado”, señalan emocionados sus profesores.

La relación de Gorka con la danza comenzó como un simple hobby, pero con los años su pasión se transformó en una vocación imparable. “Al principio bailaba porque me gustaba, sin pensar que podía dedicarme a ello profesionalmente. Pero cuando empecé a entrenar con Iker y Vitali, me di cuenta de que realmente quería intentarlo. Con el apoyo de mi familia, tomé la decisión”, explica Durán.

Durante su etapa en Estudio 24, Gorka mostró gran versatilidad y una curiosidad insaciable por diferentes estilos de danza. “No se centraba solo en la danza contemporánea o clásica. Le interesaba todo, lo que facilitaba mucho nuestro trabajo como docentes. Era el alumno ideal: disciplinado, talentoso y con muchísimas ganas de aprender”, destacan sus formadores. Gorka añade que su primer interés fue reforzar la técnica clásica para mejorar también en la danza vasca, pero poco a poco se fue inclinando hacia el ballet contemporáneo, donde ha encontrado su espacio ideal.

El salto a la vida profesional no fue sencillo. “Sabía que era un mundo muy duro y competitivo, pero estaba dispuesto a luchar por ello”, admite. Y así lo hizo: tras graduarse en el Conservatorio de Burgos, Gorka inició un periplo internacional que lo llevó primero a Valencia, luego a Dublín y más tarde a Basilea, participando en diversas producciones y perfeccionando su técnica.

“La clave es no quedarse quieto. Hay que seguir audicionando, buscando proyectos y oportunidades. La carrera de un bailarín es corta y hay que aprovechar cada momento”, señala Vitali Safronkine. Gorka ejemplifica esa filosofía: tras sus experiencias en diferentes ciudades europeas, logró un contrato en el Hessisches Staatsballett, la compañía de ballet de Wiesbaden y Darmstadt, donde lleva un año trabajando. “Estoy muy contento. El ambiente es increíble, los compañeros son muy talentosos y estoy aprendiendo mucho”, destaca el joven bailarín.

El camino, sin embargo, no siempre es sencillo. Además de la exigencia técnica y física, el ballet impone desafíos psicológicos y emocionales. “No solo enseñamos danza. También preparamos a los alumnos para la realidad del mundo profesional, que no siempre es tan bonita como puede parecer desde fuera. Hay que estar fuerte mentalmente y preparado para los rechazos y las dificultades”, subrayan sus profesores. En este sentido, Gorka coincide: “Me inculcaron valores más allá de la técnica: la pasión, la disciplina y, sobre todo, la importancia de hacer las cosas con amor y compromiso”.

Para Iker y Vitali, ver a sus alumnos triunfar fuera supone una mezcla de emociones. “Da pena cuando se marchan, pero es lo que queremos: que nuestros alumnos lleguen a ser profesionales. Es un orgullo enorme”, señalan. Además, destacan la importancia de abrir horizontes: “Hay alumnos que prefieren quedarse en su zona de confort, pero salir fuera te hace crecer muchísimo. Gorka ha sabido arriesgar, y eso es clave para progresar”.

El público en Alemania ha recibido con entusiasmo el trabajo de la compañía, y Gorka destaca especialmente el respeto y la cultura teatral que existe allí: “Las funciones suelen estar casi siempre llenas y la danza es vista como un plan familiar. Hay un gran respeto por esta disciplina, algo que ojalá se vea cada vez más aquí también”.

Aunque el camino de Gorka Durán apenas ha comenzado, sus logros ya inspiran a nuevos bailarines que sueñan con seguir sus pasos. “Siempre digo que he tenido mucha suerte, porque he encadenado varios proyectos seguidos. Pero también es verdad que detrás hay mucho esfuerzo. Hay que estar preparado para el momento adecuado y aprovechar cada oportunidad que se presenta”, concluye, dejando claro que la mezcla de talento, trabajo duro y un toque de suerte es la fórmula que lo ha llevado hasta donde está hoy.

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