Vivienda en Vitoria: alquileres sin contrato, amenazas con quitar el padrón y desahucios de familias

Vitoria-Gasteiz

El acceso a una vivienda sigue siendo uno de los principales problemas en Vitoria, especialmente para las personas con menos recursos o en situación de vulnerabilidad.

Colectivos como Auzoan Bizi y el Sindicato Socialista de Vivienda denuncian un aumento de casos graves relacionados con el derecho a la vivienda. En lo que va de curso, Auzoan Bizi ha registrado entre 50 y 60 situaciones distintas, muchas de ellas vinculadas a alquileres abusivos sin contrato, desahucios y dificultades para empadronarse.

"Queremos colectivizar una problemática que siempre se presenta como individual", señala Ilargi, integrante de Auzoan Bizi, quien describe cómo "nos estamos encontrando vecinos que viven sin contrato, sin posibilidad de empadronarse y pagando por habitaciones hasta 500 euros. Una situación que limita drásticamente sus derechos, además de situaciones de compra- venta de los padrones".

El padrón, lejos de ser un simple trámite, se ha convertido en una puerta a derechos esenciales como la sanidad, la escolarización o el acceso a ayudas. Sin embargo, su obtención está siendo obstaculizada, especialmente para quienes no pueden acreditar un contrato de alquiler.

"El Ayuntamiento de Vitoria lleva años exigiendo requisitos que no se ajustan a la ley estatal, como el permiso del propietario para empadronarse", denuncian desde Auzoan Bizi. Aunque existe el padrón social como alternativa, los colectivos aseguran que en ocasiones se deniega sistemáticamente. Desde el Sindicato Socialista de Vivienda afirman que están gestionando judicialmente 21 solicitudes denegadas: “El padrón se está usando como una herramienta de presión, y nos estamos encontrando con inquilinos amenazados con perderlo si no aceptan subidas de alquiler”.

El 5 de junio está prevista una nueva movilización para exigir soluciones al problema del padrón. Las asociaciones lo tienen claro: “Mientras la vivienda siga siendo un negocio, nunca será un derecho”.

Proliferación de pisos turísticos

A esta precariedad se suma el auge de pisos turísticos, que están vaciando el casco viejo de vecinos. “En 2024 había 25 viviendas turísticas registradas, pero los datos reales pueden superar las 32, y cada piso turístico es un hogar menos”, ha indicado Ilargi.

En paralelo, los desahucios siguen activos, a la espera de la apertura de la oficina municipal de prevención de desahucios, tras el acuerdo firmado entre EH Bildu y el equipo de gobierno conformado por PSE y PNV. Recientemente, el Sindicato de Vivienda y Auzoan Bizi lograron frenar uno de los tres desahucios previstos en pisos del casco viejo. “Es inaceptable que quieran echar a familias con menores sin alternativa, mientras los responsables políticos afirman que los desahucios en Euskadi son una problemática marginal”, denuncia Karla, portavoz del Sindicato Socialista de Vivienda.

"Todavía no me siento segura"

Zahra Bouras, Argelina de 43 años lleva cerca de tres años y medio viviendo en Vitoria, donde llegó como refugiada política escapando de su país natal, donde ha estado encarcelada en dos ocasiones, por defender los derechos de las mujeres. Sin embargo, todavía no ha logrado encontrar un lugar en el que asentarse y comenzar su nueva vida. “Vine para escapar de la cárcel, pero en el piso donde alquilé me prohibían usar cualquier electrodoméstico enchufado a la electricidad o ducharme más de tres minutos. Era como estar en prisión otra vez”, indica Bouras, que sigue sin encontrar una vivienda segura, y denuncia la discriminación por su origen. “Si tu acento o tu nombre suenan árabes, no te alquilan, y en otras ocasiones me he encontrado con propietarios que si saben que recibes ayudas, tampoco. Yo tengo un contrato y aún así me está costando muchísimo encontrar una vivienda".