"La FP ya no es el plan B, es el camino directo al empleo"

San Sebastián

La Formación Profesional (FP) en Gipuzkoa ha dejado de ser la opción secundaria para convertirse en una vía sólida y cada vez más demandada hacia la inserción laboral. Así lo subrayaron responsables de varios centros educativos del territorio, como el Instituto Politécnico EASO o el centro marítimo Amaia, en un encuentro donde analizaron el arranque del curso y la evolución de las matrículas.

Jonathan Chinchillas, director del Instituto Politécnico EASO, destacó que su centro ofrece 24 ciclos formativos y dos cursos de especialización en 11 familias profesionales. Entre los más demandados se encuentran automoción, mecatrónica, química, sanidad y servicios socioculturales, muchos de ellos con listas de espera. “Hay ciclos con notas de corte por encima del ocho. La FP ya no es una opción menor, compite directamente con la universidad”, afirmó.

Amaia Albizu, directora del centro especializado en formación marítimo-pesquera, explicó que su sector goza de plena empleabilidad gracias a la alta regulación internacional. “En nuestro caso, todos los ciclos salen adelante, incluso los superiores tienen listas de espera. Aquí no hay intrusismo, el mercado exige titulación”, señaló.

A pesar del éxito de algunos sectores, otros como turismo enfrentan contradicciones entre la alta demanda laboral y la baja matrícula estudiantil. Chinchillas y Albizu coincidieron en que parte del problema podría radicar en el desconocimiento de la FP y en ideas preconcebidas aún persistentes sobre qué perfiles deben estudiar ciertas disciplinas. “Las mujeres tienen mucho futuro en los ciclos industriales, que no requieren fuerza, sino conocimiento”, remarcó Albizu.

La FP ofrece además alternativas como la formación dual, que combina estudio y prácticas en empresas desde el primer año. “Ese contacto temprano ayuda a los estudiantes a definir su vocación”, explicó Chinchillas, quien también subrayó que “en dos años, muchos alumnos ya están trabajando y creciendo en su sector”.

El cambio de paradigma es claro: cada vez más jóvenes —y también universitarios que buscan formación práctica— apuestan por una FP que forma no solo en competencias técnicas, sino también personales. “Las empresas valoran que el alumnado llegue con formación transversal, en equipo, con responsabilidad y compromiso”, concluyó Chinchillas.

Escucha Radio San Sebastián