La torre de control del aeropuerto de Bilbao operará al límite de su capacidad durante la final de la Europa League

Con motivo de la final de la Europa League el próximo miércoles, 21 de mayo, el aeropuerto de Loiu recibirá centenares de operaciones, especialmente entre el martes 20 y el jueves 22. Gran parte de los vuelos están relacionados con el partido y, aunque AENA no ha facilitado aún el número de operaciones que se esperan, se prevé un gran aumento en la cantidad de aviones que pasarán por el radar de los controladores aéreos del aeropuerto de Loiu.

De hecho, muchos de los vuelos con destino Vitoria y Santander serán gestionados también por el personal de la torre de control de La Paloma en su descenso y aproximación. El número medio de operaciones en el aeródromo ronda las 140 diarias, aunque estas podrían alcanzar las 200 durante la semana del partido, razón por la que la plantilla de controladores de Bilbao se va a reforzar. Enaire, gestor español de navegación aérea mayoritariamente público, aumentará de tres a cuatro el número de controladores que darán servicio en Loiu en cada uno de los turnos, bien en los de mañana o en los de tarde.

"Cantidad escasa" de controladores

El problema, no obstante, llega cuando el aumento de la plantilla planificado para el martes, miércoles y jueves, a duras penas será capaz de cubrir el servicio. Según ha podido saber Radio Bilbao, son en total 18 las y los controladores en Bilbao, a los que hay que sumar otras cuatro personas que están terminando su formación para poder controlar en Loiu.

Con esas 18 personas, cantidad "escasa" ya que "hace falta mucha gente" en el aeropuerto de Bizkaia, según apuntan fuentes cercanas a este medio, no se habría podido aumentar el servicio de cara a la final de la Europa League. Es gracias a que dos de las cuatro nuevas compañeras, que prevén habilitarse (obtener la licencia que les permitirá controlar específicamente en el aeropuerto de Bilbao) este próximo domingo, que el servicio podrá ampliarse. De lo contrario, muchos vuelos habrían sufrido regulaciones.

Reducción de vuelos y retrasos

Las regulaciones habrían consistido, esencialmente, en limitar el número de vuelos con destino Bilbao o en retrasar gran parte de los mismos para que no coincidan en el espacio aéreo vasco, ya que cada aeropuerto tiene establecido un número de operaciones máximo dependiendo de los recursos con los que cuente, entre ellos, el número de controladores aéreos.

Esta situación, desde el punto de vista del personal de control aéreo, deja latente la necesidad en el aeropuerto de Bilbao (situación generalizada en muchos aeropuertos españoles gestionados por Enaire) de aumentar el número de controladores aéreos.