El servicio de asesoramiento en el duelo ha atendido a 25 centros educativos desde que arrancara hace un año

Blbao

No es algo frecuente pero, cuando ocurre, influye en el centro educativo y altera su funcionamiento. El fallecimiento de un niño incide no solo en los compañeros de clase, también, además de en la propia familia del fallecido, en el claustro y en el equipo directivo. A raíz de la muerte de dos menores en sendos colegios en Irún hace unas semanas, la Cadena SER en Euskadi ha preguntado por el protocolo que se aplica en casos así.

Si bien desde hace años se vienen realizando intervenciones en situaciones de duelo, hace un año se creó un servicio de asesoramiento a centros educativos en los que se produce una muerte por causa natural, o bien uno de los alumnos padece una enfermedad grave. En A vivir que son dos días Euskadi, ha estado Zaloa Gorroño, una de las cinco asesoras que conforman este servicio dependiente del Gobierno Vasco. "Es el centro el que se pone en contacto con nosotros cuando tiene lugar un fallecimiento", ha explicado. A partir de ahí, y con la información que el colegio les brinda, crean unas pautas de intervención que, en una visita posterior trasladarán al equipo directivo. "Nosotros solo nos reunimos con Bat Taldea, formado por la dirección y la coordinación", detalla.

En todo este año de funcionamiento este servicio ha atendido ya a un total de 25 centros educativos. "Es muy importante la comunicación", explican. Las pautas que les brindan servirán para gestionar de la mejor manera posible el duelo por parte del claustro, las familias y el resto de niños y niñas del colegio.

"A veces hay detalles en los que no caemos, sostiene Zaloa Gorroño, como borrar el nombre del fallecido del correo electrónico, de la lista del comedor o de las extraescolares". También afirma que es muy importante hacerse cargo de los efectos personales del niños, como estuches o mochila.

La mentira, un error

Hay ocasiones en las que la dirección se pone en contacto con este servicio para dar cuenta de algún alumno con una enfermedad grave. En esos casos, explica Ziortza Karranza, directora del Centro de Psicología Gurenduz y especialista en duelos y acompañamiento en el final de la vida, "es importante explicar a los menores que se trata de algo muy muy grave, para que no piensen que esto ocurre de un momento a otro". Preguntada por la información que se facilita a los menores, explica que lo peor que se puede hacer es mentir. "Debemos explicar a los niños lo que ha ocurrido", ha contado en Cadena SER Euskadi.

El abordaje en los casos de suicidio es diferente. "La intervención varía", explica Gorroño. Cuando se da parte de un caso así, el equipo de asesoramiento trabaja la prevención, por el efecto estigmatizante o efecto contagio que pueda crear.