Carmen Delgado: "La prostitución y la pornografía son grandes campos de concentración donde se cometen todo tipo de violencias"

Bilbao acoge este sábado, en el Bizkaia Aretoa, la tercera jornada organizada por la Coordinadora de Feministas Abolicionistas de Euskal Herria. En el encuentro ha participado como ponente Carmen Delgado, catedrática de Psicometría en la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia de Salamanca hasta 2024, que ha denunciado que la prostitución y la pornografía no deben entenderse como una cuestión de libertad sexual, sino como “violencia erotizada”, una forma de explotación sistemática que provoca graves daños físicos y psicológicos en las mujeres.

“Un 68% de las mujeres en prostitución sufre estrés postraumático. Es una cifra más alta que entre los veteranos de guerra de Vietnam”, ha subrayado en Hora 14 Euskadi, comparando el trauma que genera con el vivido en contextos bélicos.

Ha defendido que la ciudadanía necesita más información rigurosa y científica para comprender el verdadero impacto de estas realidades: “Sensibilizar no es conmover, es conocer. Y hay una narrativa que blanquea la explotación sexual y reproductiva de las mujeres”.

Abolicionismo frente a prohibicionismo

La catedrática ha apoyado la aprobación de una ley abolicionista en el Estado español, como propone el movimiento feminista a través de la llamada LOAPS (Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional). “Es una propuesta pensada para reparar el daño de las mujeres prostituidas, no para castigarlas”, ha matizado. “El abolicionismo no es prohibicionismo: no busca perseguir a las mujeres, sino ofrecerles alternativas reales como alojamiento, empleo, atención psicológica o apoyo jurídico”.

También ha recordado que la prostitución es uno de los negocios criminales más lucrativos del mundo, lo que dificulta su erradicación: “Es la tercera economía criminal global. Por eso hay tantos intereses en juego”.

La Coordinadora de Feministas Abolicionistas de Euskal Herria, organizadora del evento, trabaja desde 2021 para visibilizar el enfoque abolicionista frente a prácticas que considera contrarias a los derechos humanos de las mujeres, como la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler.