"La vida nos sonríe": la frase de Iñaki Williams que emocionó a De Marcos en su último partido en San Mamés
El de Laguardia entrega a su "hermano pequeño" en el Athletic el testigo: será el nuevo primer capitán

De Marcos se abraza con Iñaki Williams tras entregarle el brazalete de capitán del Athletic / Ion Alcoba Beitia

Bilbao
"Aunque es triste, tiene que ser un día feliz". Óscar de Marcos se debate entre una nube de sentimientos. No duda en asegurar que "gana el Athletic", pero al mismo tiempo siente la nostalgia de cerrar una etapa de dieciséis años como león. Media vida en Lezama y San Mamés. El debut, las noches felices, las derrotas duras, los títulos, los partidos europeos, compañeros que llegan, otros que lo dejan. Debe ser feliz porque ha sido su decisión. "Quería irme así", repite.
Se explica el de Laguardia, reiterando que "todo lo que ha pasado esta semana, todo lo que estamos viviendo este año, lo que vivimos con la gabarra, ahí se refleja lo que es el Athletic. Es un momento para estar feliz. Las personas tienen que ir pasando, y el Athletic se queda".
"Era la última vez que iba a jugar en San Mamés"
No obstante, no ha sido fácil despedirse siendo titular. Y jugando contra el FC Barcelona. "He estado todo el partido bien, concentrado. Durante el día me ha costado pensar que había un partido de fútbol y que tenía que defender a los rivales. Luego me he metido en el partido, estaba bien, pero en los últimos minutos he empezado a pensar que ya era la última vez que iba a jugar en San Mamés, que me quedaban pocos minutos", explica.
En esos momentos, empezaba a ser consciente de lo que estaba viviendo: "Me venían muchas imágenes a la cabeza. He intentado centrarme para ayudar al equipo, pero, cuando he visto mi número y que me tocaba el cambio, ahí me despedía de San Mamés. No voy a volver a jugar en San Mamés ni en ningún otro estadio. Es duro decirlo, pero he sido un privilegiado. Ha sido una maravilla defender la camiseta del Athletic tantas veces en San Mamés".
San Mamés, lleno hasta el final
Con el final del partido, ha vuelto a ser protagonista. Ha llegado el carrusel de homenajes, de abrazos, de aplausos. Y De Marcos ha vuelto a emocionarse: "He intentado aguantar firme, aunque me ha impresionado que toda la afición se haya quedado para aplaudirme. Ha sido muy emotivo, muy especial. Me lo veré más de 150 veces en casa cuando esté tranquilo", reconoce.
Y es que a Óscar no le gusta estar en el foco. Lo ha repetido muchas veces: "Me gusta poco el halago. Creo que me pongo a la defensiva, porque cuando te halagan, parece que tienes que mantener de por vida esa manera de ser". Pero lo de estos últimos días, afirma, le ha superado: "Esta semana me he sentido abrumado del cariño que he recibido. Los 573 partidos son increíbles, pero recibir tantísimo cariño es mucho más valioso que todo lo que he hecho en el campo".
Iñaki Williams, su sucesor
Es consciente de que deja un vacío enorme, pero no es la primera vez que ocurre. Los 127 años de historia del Athletic dan para mucho. Los dieciséis que él lleva aquí, también: "A lo largo de mi carrera ha pasado muchas veces. Se han ido jugadores que yo consideraba súper importantes para el vestuario, pero siempre hay otros que asumen ese rol y que transmiten Athletic".
Además, está convencido de que "el vestuario tiene muchos jugadores que lo hacen, que están repletos de valores Athletic. Por eso me quedo tranquilo, todo va a continuar muy bien". Entre ellos, su heredero, el próximo primer capitán, es Iñaki Williams. A él le ha colocado el brazalete. "Iñaki siempre me dice que la vida nos sonríe y me gusta cuando me lo dice porque siempre me he sentido un afortunado de las cosas que me toca vivir. Cuando le doy el brazalete y me lo dice, me alegra", cuenta para finalizar.

Verónica Gómez
Periodista de la SER desde 2009, cuando comencé mis prácticas en Radio Pamplona. Tras pasar por las...




