¿Por padrón o por consumo? Así se plantea el gran debate sobre la nueva tasa de basuras en Bilbao

En la tertulia de portavoces municipales de Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia, uno de los temas que ha generado más debate ha sido la nueva tasa de basuras que entrará en vigor en 2026. Aunque todavía se encuentra en fase de diseño, el criterio elegido para su aplicación ha despertado posturas encontradas entre los partidos del Ayuntamiento de Bilbao.

El equipo de gobierno (PNV y PSE) ha confirmado que su propuesta pasa por aplicar la tasa en función del número de personas empadronadas en cada vivienda, una fórmula que, aseguran, es más sencilla de gestionar, más objetiva y más ajustada al volumen de residuos que se genera habitualmente en un hogar.

EH Bildu propone vincularla al consumo de agua

Desde la oposición, la voz más crítica ha sido la de EH Bildu. Su portavoz, María del Río, ha defendido una alternativa que, a su juicio, refleja mejor el uso real del sistema de recogida: ligar el importe de la tasa al consumo de agua en cada domicilio.

“Creemos que esa sería una fórmula más justa, que penaliza el despilfarro y refleja mejor el uso real de los recursos públicos”, ha explicado. Para EH Bildu, el consumo de agua puede ser un indicador más preciso del número de personas que realmente viven en una vivienda, independientemente del padrón, y ajustaría mejor la tasa al impacto medioambiental real.

Un criterio, dos visiones: ¿eficiencia o justicia social?

La propuesta del gobierno municipal, defendida por el concejal Asier Abaunza (PNV) y por la socialista Nora Abete, sostiene que el padrón es el único dato fiable y legalmente comprobable para establecer una tasa que debe ser objetiva y fiscalmente equilibrada. Además, recuerdan que el padrón es una referencia habitual en la gestión de otros servicios municipales.

Sin embargo, desde la oposición se teme que este sistema no tenga en cuenta realidades como viviendas con muchas personas no empadronadas o residencias temporales, lo que podría generar situaciones injustas o distorsionadas.

La representante abertzale también subrayó la importancia de que la tasa tenga en cuenta principios de justicia social y de sostenibilidad, premiando los hábitos responsables y penalizando el despilfarro de recursos. Por ello, defendió un modelo que tenga una base técnica sólida pero que también incorpore una dimensión ambiental clara.

El PP pide prudencia y control en la aplicación

La portavoz del Partido Popular, Esther Martínez, reconoce que la aplicación de una tasa de residuos es una obligación legal, pero insistió en que su implantación debe hacerse con prudencia y garantizando que no suponga una carga desproporcionada para las familias.

Martínez no se posiciona de forma contundente entre uno u otro criterio, pero muestra su preocupación por los efectos que pueda tener en hogares con rentas bajas o en situaciones especiales como viviendas compartidas, alquileres temporales o familias numerosas. La portavoz popular pide que se estudien todas las variables posibles antes de fijar un sistema definitivo y reclamó garantías de que los ingresos obtenidos por esta vía se destinen íntegramente a mejorar el servicio de recogida y reciclaje.

También solicita transparencia en el proceso y la máxima información para la ciudadanía, así como mecanismos de revisión y actualización periódica del modelo.

Elkarrekin pide datos y perspectiva social

Desde Elkarrekin Bilbao, su portavoz Ana Viñals ha expresado cautela ante la puesta en marcha de la nueva tasa. Reivindica la necesidad de contar con datos objetivos y medibles antes de decidir cuál es el mejor criterio. Viñals insiste en que cualquier modelo debe construirse con base técnica y con una evaluación previa de su impacto en los distintos perfiles de vivienda de la ciudad.

Elkarrekin considera que el diseño de la tasa debe incorporar criterios sociales, de renta y de consumo responsable. Viñals plantea que la recogida de residuos no puede abordarse únicamente desde una lógica contable, sino también desde la equidad y el fomento de hábitos sostenibles. Por ello, su grupo pide tiempo, participación ciudadana y transparencia durante todo el proceso de elaboración.

Además, Elkarrekin solicita al gobierno municipal que cualquier propuesta de tasa venga acompañada de una campaña informativa clara y de mecanismos para corregir posibles desequilibrios que puedan surgir en su aplicación.