Bolsos Lainer, la historia de una pasión convertida en marca artesanal donostiarra

En pleno barrio de Amara, en la calle Balleneros número 2 se esconde una de esas joyas locales que merece la pena descubrir: Bolsos Lainer, un pequeño taller convertido en tienda que donde la creatividad, la sostenibilidad y la artesanía son los ejes principales de la creación.

Detrás de este proyecto se encuentra Eva Seminario, modista y patronista de formación, y emprendedora por vocación.

Su aventura comenzó en la feria de Navidad del Río en 2019, donde decidió lanzarse al mundo de los bolsos artesanales. En `Hoy por Hoy San Sebastián´ recuerda esos inicios: “Me fue muy bien, muy contenta”, recuerda. Luego llegó la pandemia, un parón inesperado que le obligó a quedarse en casa pero con las ganas intactas de sacar adelante su proyecto, “me quedé en casa, pero seguí adelante como pude” recuerda.

Desde entonces, Lainer no ha dejado de crecer. De compatibilizar su proyecto con otro trabajo en una zapatería, Eva ha pasado a dedicarse exclusivamente a sus diseños. “Costó mucho, hubo momentos en los que pensé en dejarlo, pero seguí adelante gracias a mi intuición y al apoyo de mi familia”.

De las muñecas al diseño exclusivo

Aunque en su entorno no había tradición comercial, Eva siempre tuvo inquietud por la confección. Desde pequeña hacía vestidos para sus muñecas y bolsitos con lo que encontraba. La idea de los bolsos surgió de su afán por reciclar materiales, como botas de cuero en desuso. Hoy, sus creaciones han evolucionado hacia productos exclusivos con tejidos diseñados por ella misma.

“Ahora incluso diseño mis propios estampados y los encargo a fabricantes para que los impriman en tejidos especiales. Me gusta combinar colores potentes: mostazas, calderas, magentas…”, explica. Uno de sus éxitos de esta temporada es un estampado que ella llama cariñosamente “los supositorios”: formas abstractas que han sorprendido gratamente a su clientela.

Bolsos ligeros, modernos y con esencia donostiarra

Los bolsos Lainer destacan no solo por su estética moderna, también por su ligereza. “Es clave que no pesen. Si ya llenamos el bolso de cosas, que por lo menos el propio bolso no pese”, afirma. De ahí que emplee materiales como el neopreno o tejidos similares a los de las zapatillas deportivas, muy resistentes y livianos, y con acabados impermeables o repelentes al agua, ideales para el clima donostiarra.

La colección incluye bolsos, mochilas, carteras, fundas para gafas y pequeños complementos, todos hechos a mano. Eva procura aprovechar al máximo cada retal de tela, dándole una segunda vida a todo lo que otros desecharían.

Del taller al escaparate digital... y al Museo Balenciaga

Aunque su tienda física se mantiene modesta, el alcance de sus bolsos va más allá del barrio. Algunas de sus piezas se venden también en la tienda del Museo Balenciaga, dentro de un espacio dedicado a diseñadores vascos. Allí triunfan entre turistas extranjeros que buscan llevarse un pedazo auténtico del País Vasco. “Si no puedes llevarte un vestido Balenciaga, al menos te llevas un Lainer”, bromea.

La difusión también se potencia gracias a las redes sociales, especialmente Instagram, donde publica sus novedades y recibe pedidos casi al instante. Su modelo más vendido, el "Ondarreta", está disponible en múltiples colores y tejidos, adaptándose a todas las estaciones.

¿El futuro? Más espacio, pero sin perder el alma

Aunque reconoce que su actual local se ha quedado pequeño, Eva no se plantea moverse del barrio de Amara. “Me gustaría un espacio más grande y más visible, pero seguiría aquí. Estoy muy a gusto, la clientela viene incluso desde otros barrios”, comenta. Mientras tanto, sueña y trabaja ya en su próxima colección de invierno, en la que los terciopelos y nuevos estampados prometen volver a conquistar a su público fiel.

Eva lo tiene claro: Bolsos Lainer no es solo un comercio, es un proyecto de vida, de constancia y de amor por la artesanía.