Los vecinos de Ibarra luchan contra el barro tras las inundaciones en Gipuzkoa

San Sebastián

La noche del viernes 13 al sábado 14 de junio dejó imágenes devastadoras en varias localidades guipuzcoanas, especialmente en las comarcas de Tolosaldea y Goierri. En pocas horas cayeron más de 100 litros por metro cuadrado en lugares como Alegia, generando más de 140 incidencias, según informó la Diputación Foral de Gipuzkoa. Se activaron seis parques de bomberos y más de 40 efectivos trabajaron durante la madrugada en emergencias relacionadas con inundaciones, árboles caídos y desprendimientos.

Pero más allá de las cifras, son los testimonios de los vecinos los que muestran la verdadera dimensión de lo vivido. En Ibarra, una de las localidades más afectadas, aún se respira el olor a barro húmedo. El río no llegó a desbordarse, pero el agua filtrada del monte colapsó el sistema de alcantarillado y se desbordó por las calles.

José Manuel, un vecino afectado, explicaba cómo vivió el episodio: “Estoy limpiando los accesos al garaje comunitario que tenemos aquí para los coches. Se ha acumulado bastante barro a la entrada y cada vez que entramos o sacamos el coche se nos pone hecho una porquería. Todavía no han llegado los servicios municipales porque están agobiados de trabajo... Pero bueno, se supone que en un día o dos volverán."

La tormenta se desató pasadas las diez de la noche. José Manuel recuerda que “fue un día de mucho calor, con calima... parecía que no iba a llover. Pero de repente, estalló el cielo. Empezó con gotas enormes, luego granizo y finalmente una lluvia torrencial durante casi una hora.”

A eso de las 22:30, el agua comenzó a bajar con fuerza desde los montes, arrastrando piedras, ramas y tierra. “Ya en media hora teníamos toda la calle principal anegada, no se distinguía la acera de la calzada. El agua bajaba con corriente. A los que les pilló con el coche en el garaje, les ha inundado todo.”

El bazar de la calle Mayor fue uno de los comercios más afectados. Según relató José Manuel “le entró agua por detrás, se subió más de un metro, le reventó la luna del escaparate... todo salió fuera. Un desastre.”

Otros municipios como Berrobi, Irura, Zaldibia o Lazkao también sufrieron destrozos similares. En muchos casos, las inundaciones fueron provocadas no tanto por el desbordamiento directo de ríos, sino por la avalancha de agua de laderas y montes colindantes.

Los servicios municipales siguen trabajando para despejar calles, garajes y comercios. Las imágenes son de calles cubiertas de barro, vehículos atrapados y vecinos, escoba en mano, intentando recuperar algo de normalidad.

Este lunes se ha convocado una mesa de trabajo de urgencia en la Diputación Foral para evaluar daños y coordinar ayudas a los municipios. La colaboración institucional será clave para atender a las familias y negocios afectados.