Más de la mitad de la población vasca ha respirado aire contaminado en 2024, con varias zonas en niveles críticos

El 58 % de la población del País Vasco ha respirado en 2024 aire contaminado por encima de los nuevos límites legales establecidos por la Unión Europea para 2030. Así lo ha reflejado el informe anual elaborado por Ecologistas en Acción, que ha analizado los datos recogidos en 57 estaciones oficiales de medición situadas en Euskadi.

Según el documento, 1,3 millones de personas en el País Vasco han estado expuestas a una contaminación que supera los umbrales fijados en la Directiva europea 2024/2881, aprobada el pasado mes de octubre y que deberá cumplirse en 2030.

Si se toman como referencia los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los legales, la contaminación ha afectado a la totalidad de la población vasca y a la mitad de su territorio.

Los peores datos, en Alto Ibaizabal, Alto Deba y el Valle del Ebro

El informe ha destacado que, en el segundo año más cálido desde 1961, se han producido varios episodios de contaminación por partículas y por ozono. Las peores situaciones se han registrado en las zonas del Alto Ibaizabal - Alto Deba y el Valle del Ebro.

Además, las áreas urbanas del Bajo Nervión y Donostialdea han incumplido el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno (NO2). Pese a ello, municipios como Barakaldo, Getxo e Irún aún no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, mientras que las aprobadas en Bilbao y Donostia no han resultado eficaces por su reducido tamaño.

Mejora respecto a 2023, pero lejos de los objetivos europeos

El documento ha subrayado que la calidad del aire en Euskadi ha mejorado durante 2024 respecto a 2023 y a los niveles anteriores a la pandemia. Los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno y ozono troposférico han descendido entre un 15 % y un 89 % respecto al periodo 2012-2019.

Esta reducción se ha vinculado a la evolución del sistema energético, con menor consumo de gas y un aumento de las energías renovables, que han cubierto el 57 % de la demanda eléctrica en el Estado.

El tráfico y la industria, principales fuentes de contaminación

Ecologistas en Acción ha advertido de que los focos contaminantes más relevantes continúan siendo el tráfico motorizado, especialmente en los accesos a centros escolares en localidades como Barakaldo, Basauri, Bilbao, Donostia, Etxebarri y Galdakao. Las mediciones realizadas en 2024 y 2025 en estos entornos han mostrado niveles muy elevados de contaminación, superiores incluso a los registrados en estaciones oficiales.

Además, los focos industriales, incineradoras y puertos cercanos a núcleos urbanos como Basauri, Bilbao, Donostia, Durango, Erandio, Getxo, Muskiz, Pasajes o Santurtzi han mantenido sus impactos sobre la calidad del aire, generando protestas vecinales.

Incumplimientos en los planes de mejora de la calidad del aire

La organización ecologista ha recordado que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero varias comunidades autónomas, entre ellas Euskadi, siguen incumpliendo la obligación de elaborarlos en las zonas donde se exceden los límites legales de ozono.

El Gobierno Vasco ha aprobado en 2024 el Plan de Calidad del Aire de Euskadi 2030, pero según Ecologistas en Acción, dicho documento omite la superación sistemática de los objetivos de ozono en la estación de Valderejo durante la última década.

Las zonas de bajas emisiones, pendientes de aplicación efectiva

Barakaldo, Getxo e Irún aún no han implantado formalmente las zonas de bajas emisiones, a pesar de que el plazo para hacerlo venció hace dos años y medio. Las que se han aprobado en Bilbao, Donostia y Vitoria-Gasteiz se han considerado ineficaces por su tamaño y permisividad en los accesos. Solo Gasteiz cuenta con un protocolo específico frente a episodios de mala calidad del aire.

Ecologistas en Acción ha celebrado la aprobación de la nueva Directiva europea de calidad del aire y ha instado al Gobierno central a una trasposición rápida y efectiva, con el fin de garantizar que se cumplan los nuevos límites legales en 2030.