Cómo evitar que el accidente de Galdakao se repita: la Federación pide que no se puedan organizar pruebas deportivas sin su supervisión

Bilbao

El pasado fin de semana, el barrio de Urreta, en Galdakao, fue testigo de un enorme susto a consecuencia del accidente que se produjo durante una exhibición de automovilismo organizada por la comisión festiva. Durante la celebración de las fiestas de San Juan, sus organizadores incluyeron en el programa una Exhibición Motor Show, así como una serie de batallas de 'drift'.

Esta modalidad consiste, básicamente, en hacer una serie de acrobacias con los vehículos. En ellas se valora especialmente el tiempo y la inclinación con la que los pilotos llevan a cabo diversos trompos. Pues bien, durante una de las exhibiciones un conductor perdió el control del coche que manejaba en pleno derrape y terminó invadiendo la acerca contigua a la carretera y llevándose por delante a varios espectadores.

Nueve heridos

El accidente se produjo, al parecer, porque el coche dio con las ruedas traseras en el bordillo, lo que hizo que este subiera a la acera e impactara contra la terraza de un bar cercano al recorrido. En total, nueve personas resultaron heridas. Dos de ellas sufrieron consecuencias de cierta importancia, especialmente un hombre que cayó de espaldas y se golpeó la cabeza contra el suelo.

Además, una chica sufrió una fractura en una pierna, así como profundo corte. Aunque el resto de atropellados solo sufrieron heridas leves, todos ellos fueron trasladados al hospital de Galdakao para ser atendidos por los servicios médicos.

Vallas como única protección

Pese a que todo quedó en un susto, muchas voces han reclamado después del accidente que se revise el dispositivo de seguridad que se instala para este tipo de pruebas. Y es que, en esta ocasión, la comisión de fiestas decidió que únicamente instalaría vallas en el recorrido -un total de 160- para separar al público de la carretera.

Por ello, en Radio Bilbao hemos acudido a la Federación Vasca de Automovilismo. Su presidente, Ángel Gurrutxaga, tiene claro que las cosas no se hicieron bien en Galdakao porque no contaron con ellos. Y es que, a diferencia de lo que ocurre en otras CCAA, "en las que cualquier prueba deportiva requiere de autorización de la federación correspondiente", en Euskadi no es así. Aquí "las pruebas que no sean federadas las pueden organizar empresas que nada tengan que ver con la federación".

Una normativa laxa

Cuando una prueba deportiva cuenta con la Federación, muchas cosas se hacen de otra manera. Gurrutxaga explica que han trabajado con localidades que, durante sus fiestas, han organizado este tipo de eventos: "Nosotros hemos hecho eventos similares con ayuntamientos y siempre hemos seguido la misma forma de actuar: elaborar una reglamentación de la prueba, un plan de seguridad, el visto bueno del Departamento de Seguridad a los lugares en los que puede ubicarse el público, etc."

Por último, Gurrutxaga reconoce que "el riesgo cero no existe", pero vuelve a insistir en que "si unes la normativa y la experiencia lo que consigues es minimizar siempre los daños. Cuando mejor se hagan las cosas, menos posibilidades de que haya un accidente".