El nuevo presidente de CEBEK alerta de que se están "perdiendo" proyectos por falta de voluntad en el personal
Uno de los principales retos que hereda Guillermo Buces, presidente de CEBEK, es el del absentismo laboral, con cifras que colocan a Euskadi a la cabeza del Estado junto con Canarias

Guillemo Buces, presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia ante la nueva realidad socioeconómica del territorio. ¿Cuáles son los retos y cuáles sus propuestas??
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Bilbao
Guillermo Buces se estrena al frente de la patronal vizcaína CEBEK tras un proceso electoral inédito en la organización. En su primera entrevista radiofónica, el nuevo presidente se ha mostrado ilusionado, sin líneas rojas, y con la voluntad de dialogar con todos los agentes sociales, comenzando por el sindicato ELA, con quien se reunirá este miércoles.
“Estoy un poco nervioso, pero bien. El hecho de que haya habido elecciones refuerza la transparencia y la democracia interna en CEBEK. Las relaciones entre los distintos sectores están francamente bien”, ha asegurado Buces, que ha insistido en su voluntad de diálogo para renovar una relación “obsoleta” entre empresas y sindicatos.
De momento, aún no se ha reunido con ningún sindicato, pero la primera cita con ELA ya está en el calendario. “Vamos a empezar por lo más fácil”, bromea Buces, consciente de que el sindicato acaba de reafirmar su estrategia de confrontación en su congreso. “Intentaré convencerles de que es un error. El objetivo debe ser mejorar las condiciones laborales, y para eso la mejor vía es el acuerdo, no el conflicto”, ha dicho.
Preguntado por posibles líneas rojas, el presidente de CEBEK ha sido claro: “No tengo ninguna. Estoy dispuesto a hablar de todo con todos. Incluso a cambiar de opinión sobre medidas como las 37,5 horas semanales, si alguien me convence”. A su juicio, sin embargo, esa medida tendría poco impacto en Euskadi, donde “muchas empresas ya trabajan por debajo de ese umbral” y advierte de un posible “efecto dominó” que perjudique la competitividad.
Empresario
Buces, que dirige una empresa con 60 trabajadores, reconoce dificultades para encontrar personal. “Estamos en un proceso de contratación de cuatro personas y no encontramos a nadie. La gente no quiere trabajar. Ofrecemos salarios justos, en torno a los 20.000 euros brutos al año para puestos auxiliares de fábrica, pero los candidatos no aceptan”.
Sobre los últimos datos del paro, el presidente de CEBEK señala que, aunque la tasa general del 7% en Euskadi “no es mala”, Bizkaia sigue por encima del 8%. Atribuye parte de esta “parálisis” a la conflictividad laboral y la falta de flexibilidad. “Contratar en una empresa pequeña es un riesgo. Si luego falta trabajo, ¿qué haces?”, se pregunta.
Absentismo laboral
Uno de los principales retos que hereda es el del absentismo laboral, con cifras que colocan a Euskadi a la cabeza del Estado junto con Canarias. “El 9,1% de absentismo es insostenible. Se pierden de media 4 días por persona en un trimestre. Esto nos impide atender la demanda y estamos perdiendo proyectos”. Frente a las críticas sindicales, Buces insiste en que el problema debe abordarse desde múltiples enfoques: educación, condiciones de trabajo, prevención y también responsabilidad de los trabajadores. “Yo pediría arraigo con la empresa, igual que se nos pide arraigo con el territorio”.
También ha mostrado preocupación por la incertidumbre internacional, con especial atención a los aranceles, que ya están afectando a sectores como la automoción y la industria. “Las bodegas, por ejemplo, están adelantando envíos para evitar pérdidas. Un conflicto comercial puede restar más de un punto al PIB”.
En cuanto a la previsión de creación de empleo, Buces espera que se puedan generar hasta 8.500 nuevos puestos de trabajo este año en Bizkaia, aunque insiste en que dependerá del contexto global y la evolución de sectores clave.
Finalmente, sobre el salario mínimo vasco, Buces recuerda que “para eso está la mesa de diálogo social”. Lamenta que algunos sindicatos no participen en ese foro y les anima a sentarse: “Hay que hablar de todo, también de lo que no gusta. Todos tenemos que estar ahí”.
Con un enfoque conciliador, el nuevo presidente de CEBEK encara esta nueva etapa con voluntad de cambio y diálogo, pero sin perder de vista los desafíos que enfrenta el tejido empresarial vizcaíno.




