Kepa Junkera se vuelve a encender: música, lucha y renacimiento tras el ictus

En el tercer episodio del pódcast Las voces de Kepa Junkera, titulado “Kepa se vuelve a encender”, el oyente se adentra en un viaje íntimo y poderoso: el del renacimiento de un artista que, tras sufrir un ictus en 2018, se enfrenta con valentía y constancia a los retos físicos y emocionales de su recuperación.

A través de los testimonios de terapeutas, familiares y del propio músico, el episodio reconstruye una etapa dura pero luminosa, donde el arte y el esfuerzo se convierten en aliados. “¿Cómo se dice ‘renacer’ en euskera?”, preguntó Kepa una tarde. “Berpiztu”, fue la respuesta. Desde entonces, esa palabra —revivir, volver a prenderse— quedó unida a su historia.

El cuerpo como instrumento de trabajo

Uno de los ejes del episodio es el proceso de rehabilitación física: desde los ejercicios de motricidad fina para recuperar el uso de las manos, hasta la estimulación orofacial para volver a hablar. Profesionales como Ana Ramos y Manu Bermúdez, logopedas implicados en la recuperación, relatan la complejidad de un trabajo técnico y emocional que tenía un objetivo claro: que Kepa pudiera volver a comunicarse y, con suerte, también a hacer música.

No solo se trataba de volver a hablar, comer o vestirse; se trataba de recuperar las herramientas que le conectaban con su vocación y su identidad. Y eso incluía también a la música, presente en todas las sesiones de terapia como hilo conductor.

Música, memoria y resistencia

En cada encuentro terapéutico, Kepa traía canciones, comentaba artistas, debatía gustos musicales. Desde Serrat hasta el heavy metal. Ese espacio musical no era solo una distracción, era una extensión de su yo más profundo. La música, que fue su medio de vida, volvió a ser también su forma de reconstruirse.

A pesar de las secuelas, Junkera mantiene una memoria prodigiosa para los conciertos, los detalles escénicos y las sensaciones vividas. “Recuerda más que yo”, dicen quienes le acompañan. Esa lucidez mental ha sido una herramienta esencial en su proceso de adaptación, aprendizaje y también de creación artística.

“Berpiztu”: el proyecto que simboliza el regreso

De esta etapa nació también “Berpiztu”, un libro ilustrado que simboliza ese renacer, ese “volver a prenderse”. La obra, nacida de la colaboración con artistas y personas cercanas, se convirtió en un homenaje al proceso vivido. “No era fácil domar a una fiera salvaje como yo en aquellos momentos”, recuerda Kepa con humor.

Más allá de lo artístico, Berpiztu es una declaración de intenciones: que la vulnerabilidad no está reñida con la creatividad, y que incluso en los márgenes del dolor es posible construir belleza.

El papel de la familia y los cuidados

A lo largo del episodio se hace evidente la importancia de quienes han acompañado a Kepa en este viaje. Su cuidadora, Norelis Cáceres, y sus hijos, especialmente su hija mayor, relatan desde la cercanía el proceso emocional, los altibajos y la transformación que supuso esta nueva realidad.

“Ahora tengo un nuevo aita”, confiesa su hija, “y lo agradezco”. Porque si algo deja claro este tercer capítulo es que renacer no es volver a ser el de antes, sino convertirse en otra versión posible de uno mismo.

“Las voces de Kepa Junkera”, un pódcast que emociona

Esta producción de Radio Bilbao, con dirección de John Egaña y Begoña Marañón, sigue retratando el lado más humano del artista vasco. No como una leyenda inalcanzable, sino como un hombre en lucha, en reconstrucción. “No soy experto en ninguna enfermedad”, dice Kepa en el episodio. “Solo soy Kepa”.

Y esa voz, que vuelve a sonar, nos recuerda que el arte también sabe sanar, que hay caminos de regreso incluso desde la oscuridad, y que la música sigue siendo una forma de seguir vivos.