Vivienda eleva a 991 euros el tope de los alquileres para que los jóvenes puedan optar a una ayuda directa
Los sindicatos consideran insuficiente el aumento de la ayuda Gaztelagun en Donostia y alertan de que seguirá dejando fuera a la mayoría de jóvenes por la escasa oferta de vivienda y los precios desorbitados.

El aumento de la ayuda Gaztelagun en Donostia es insuficiente ante los alquileres disparados y la falta de pisos
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San Sebastián
El Gobierno Vasco ha anunciado una reforma significativa del programa Gaztelagun con el objetivo de adaptarse al aumento sostenido de los alquileres en Euskadi y facilitar el acceso de la juventud a una vivienda digna, especialmente en ciudades como Donostia-San Sebastián, donde se concentran los precios más altos de toda la comunidad autónoma. La medida principal consiste en elevar el límite máximo de alquiler subvencionable, que pasa de los 800 euros anteriores a los 900 euros en las tres capitales vascas. Sin embargo, en Donostia, al estar declarada como zona tensionada, este límite puede alcanzar hasta los 991,8 euros al mes, al calcularse el 95% de la renta media de los pisos ofertados.
La reforma también incorpora otras novedades importantes, como la posibilidad de que jóvenes que comparten piso o que subarriendan habitaciones puedan ser beneficiarios de la ayuda, algo que hasta ahora no estaba contemplado. Así, en un alquiler compartido, dos personas podrán recibir la ayuda de manera individual. Cada una percibirá hasta un máximo de 300 euros al mes, siempre que cumplan los requisitos de ingresos (hasta 30.000 euros anuales en el caso de solicitantes individuales, 36.764 euros si se trata de unidades familiares y 39.184 euros en el caso de familias numerosas). El importe final se calcula aplicando el 60% del alquiler que cada persona paga efectivamente.
Denis Itxaso, consejero de Vivienda y Agenda Urbana, ha subrayado que “hay toda una generación pendiente de la vivienda para clarificar su futuro” y que la figura de las zonas tensionadas “permite afinar las ayudas y evitar un recalentamiento artificial del mercado”. El presupuesto global del programa Gaztelagun en 2025 asciende a 32 millones de euros, un incremento del 34% respecto al ejercicio anterior, con la previsión de superar los 30 millones ejecutados en función de la demanda.
No obstante, tanto colectivos juveniles como el sindicato de vivienda alertan de que estas mejoras siguen siendo insuficientes. Carla Pisano, portavoz del sindicato, advierte de que, pese a la subida de los topes, la oferta real sigue siendo muy limitada: “Si buscamos ahora mismo pisos en plataformas conocidas como Idealista con precios por debajo de 900 euros mensuales en Donostia, apenas hay una decena que cumplan las condiciones". Y además, muchos de estos anuncios son trasteros reconvertidos o viviendas que carecen de cédula de habitabilidad, lo que impide acogerse a la ayuda.


Las organizaciones sociales critican que la ayuda de 300 euros “es, en la práctica, una garantía de cobro para el propietario” más que un apoyo efectivo a la emancipación juvenil, porque consolida unos precios de alquiler que siguen al alza. Según los datos facilitados por el Gobierno Vasco, actualmente 494 jóvenes de Donostia reciben la prestación y, desde su puesta en marcha en 2019, han sido algo más de un millar los donostiarras beneficiarios. En todo Gipuzkoa, se contabilizan 2.284 jóvenes con la ayuda activa y más de 4.400 desde el inicio del programa.
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