Novedades de Gaztelagun: sube el precio máximo, dos ayudas por piso y se abre al alquiler de habitaciones
El tope de alquiler se amplía a 900 euros en Vitoria y Bilbao y casi 1.000 en San Sebastián

Denis Itxaso, consejero de Vivienda / IREKIA

Bilbao
El programa Gaztelagun de ayudas a los jóvenes para el alquiler ha incrementado el precio máximo del alquiler en las capitales y permitirá dar ayudas también a los jóvenes arrendatarios de una habitación.
El consejero de Vivienda, Danis Itxaso, ha presentado este jueves en el recinto del festival Bilbao BBK Live una campaña sobre Gaztelagun dirigida a los jóvenes a través de las redes sociales.
En el acto ha anunciado las principales novedades de Gaztelagun, como el aumento del alquiler máximo que se puede subvencionar en las capitales, que en Bilbao y Vitoria pasa de 800 a 900 euros y en San Sebastián de 800 a 991,8 euros.
En áreas metropolitanas y municipios de más de 10.000 habitantes el alquiler máximo subvencionable es de 800 euros y de 750 euros en el resto de los municipios de Euskadi.
Además, los límites de rentas para acceder suben de 27.687 a 30.000 euros anuales para solicitudes individuales, de 33.902 a 36.764 euros para unidades familiares y de 36.163 a 39.184 euros para familias numerosas.
También se incorpora la posibilidad de que hasta dos personas sean beneficiarias por vivienda, hasta un tope del 60 % del alquiler, y se incluye por vez primera ayudas por alquiler por habitaciones y subarrendamientos.
En estos casos, la renta del alquiler mensual de la vivienda alquilada no podrá superar el tope estipulado en el municipio en el que está ubicado el inmueble y las dos personas beneficiarias percibirían, como máximo, un total de 300 euros cada una.
Las ayudas se calcularán aplicando un importe máximo del 60 % del alquiler que abona mensualmente cada solicitante.
El consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, ha explicado que "la figura de las zonas tensionadas es una herramienta clave que permite afinar el alcance y aumentar la eficacia de las prestaciones" al poder "limitar los incrementos del alquiler, evitamos un recalentamiento artificial del mercado".
En su opinión, la declaración de zona tensionada "impide que las personas propietarias puedan incrementar injustificadamente los precios y que las ayudas destinadas a las personas inquilinas acaben repercutiendo negativamente en la renta final, asegurando así que las ayudas cumplan plenamente con su objetivo social".




