El centro de acogida de Tolosa reabrirá para dar alojamiento a migrantes de Mali

San Sebastián

Decenas de jóvenes malienses duermen desde hace meses en las calles del barrio de Amara, en Donostia. Huyeron de Mali y se dirigieron a Francia en busca de un lugar sin violencia, pero fueron expulsados del país galo y ahora están viviendo en la plaza Cofradías Donostiarra de la ciudad guipuzcoana, sin techo ni recursos básicos para poder vivir.

Las entidades sociales reconocen que el sistema de acogida está completamente colapsado y que los trámites para solicitar protección internacional pueden alargarse durante varios meses. Mientras tanto, los migrantes sobreviven como pueden. El único lugar al que pueden acudir para asearse mínimamente o cargar el teléfono móvil es el centro gestionado por Zehar Errefuxiatuekin.

Javier Canivell, director de Zehar Errefuxiatuekin, afirma que reabrirán su centro de Tolosa para acoger una treintena de migrantes de Mali. Ahora están reacondicionando el centro, pero se espera que esté terminado dentro de cuatro semanas con el objetivo de acoger a otras treinta personas.

Estos jóvenes están esperando a que el Ministerio les asigne una plaza a aquellas personas que están viviendo en las calles de Amara, pero Zehar Errefuxiatuekin ha dado refugio a algunas de esas personas en su centro de Oñati y otras en un recurso del Gobierno central en Cádiz.

Mientras tanto, estos jóvenes refugiados solo buscan una oportunidad: un techo, un empleo y una vida digna que les permita integrarse en la sociedad. Muchos temen por su salud física y mental, debilitados por el frío, el hambre y la incertidumbre. Algunos incluso temen no sobrevivir a esta espera en la calle.