Abotsanitz apuesta por un Alarde popular e integrador en Hondarribia

El grupo político Abotsanitz ha hecho pública una reflexión en torno al Alarde, en la que apuesta por un modelo popular, integrador y cohesionado, capaz de responder a los desafíos del presente sin renunciar a su carácter tradicional. En el documento, la formación plantea la necesidad de superar la fragmentación y avanzar hacia un desfile que represente a todo el pueblo de Hondarribia.

La reflexión, compartida antes del periodo festivo habitual, pretende abrir un espacio de diálogo con la ciudadanía “con sensatez y sosiego”. Según Abotsanitz, la experiencia de los dos últimos años en el gobierno municipal les ha permitido conocer más a fondo la evolución del Alarde y las emociones contrapuestas que genera.

“El Alarde nos une. El Alarde es familia; amistad, recuerdo, barrio, patrimonio, tradición, celebración, igualdad, cohesión. El Alarde es pueblo”, resume el texto, en el que se subraya la importancia de fortalecer la comunidad desde el respeto y la participación de todas las personas, sin exclusiones.

Llamada a la reconstrucción del tejido social

En su análisis, Abotsanitz alerta de que durante las últimas décadas “el interés privado ha predominado sobre el interés general” en Hondarribia, lo que ha debilitado la identidad colectiva del municipio. Las transformaciones urbanas, económicas y sociales habrían enfriado las relaciones vecinales y roto vínculos generacionales.

“El desasosiego no ha desaparecido: la división no es el camino”, afirma la formación, que reconoce que la exclusión de las mujeres en el Alarde ha sido un error colectivo que no ha contribuido a sanar las fracturas sociales. “La tradición es inseparable de la cohesión, como la cohesión lo es de la memoria colectiva”, recalcan.

Superar la división

Abotsanitz también alude a los hechos ocurridos en 2024 en el entorno de Gernikako Arbola, que generaron tristeza y malestar tanto en la ciudadanía como en la tropa. Sin embargo, proponen resignificar ese lugar como un símbolo de encuentro, esperanza y convivencia, desde el “amor al pueblo” y la voluntad de avanzar unidos.

“La participación de la mujer enriquece el Alarde. Como sociedad, sería la señal de que hemos avanzado”, defienden, subrayando que la tradición solo sobrevive cuando es capaz de adaptarse a los tiempos y a las necesidades del momento.

Propuesta de trabajo conjunto

Por todo ello, el grupo abertzale propone que todos los agentes implicados en el Alarde, incluido el Ayuntamiento, trabajen conjuntamente para garantizar un futuro ilusionante a esta celebración tan arraigada. “Todos somos necesarios”, concluyen.

Abotsanitz se compromete a seguir trabajando por un Alarde que respete los derechos de toda la ciudadanía, que fomente los valores comunitarios y que mantenga viva una tradición capaz de unir, no de dividir.