Confebask alerta de que el acuerdo de aranceles entre la UE y EE. UU. es "un importante lastre" para la industria vasca

Confebask y las organizaciones empresariales territoriales vascas —Adegi, Cebek y SEA— han expresado su preocupación ante el acuerdo comercial alcanzado este domingo entre la Unión Europea y Estados Unidos, que fija un arancel general del 15% a las importaciones estadounidenses desde Europa, manteniendo un 50% para el acero y el aluminio.

En un comunicado conjunto, la patronal vasca ha calificado este pacto como “un importante lastre” para la industria de Euskadi, afectando directamente a tres de sus sectores más estratégicos: el acero, la automoción y la máquina herramienta. “Aunque evita una guerra comercial, lo cierto es que la imposición de aranceles, por definición, acaba afectando a nuestra economía y limita el desarrollo global”, han señalado.

Confebask advierte que el acuerdo inaugura “una nueva era de proteccionismo” que pone en jaque la libertad de mercado, y teme que la competitividad de las empresas vascas se vea comprometida especialmente frente a competidores asiáticos. “Queda por ver si estas mismas medidas se extenderán a China, pero, de momento, nuestras empresas parten en clara desventaja”, han alertado.

Además del impacto en la industria pesada, la organización empresarial recuerda que el pacto también podría tener “efectos importantes” en sectores como el energético —por el compromiso europeo de compras masivas a EE. UU. durante los próximos tres años— y en otros estratégicos para ciertas comarcas, como el vitivinícola.

A la espera de conocer los detalles del acuerdo en profundidad, Confebask señala que el nuevo marco “cambia las reglas del juego” en el comercio internacional y tendrá “una repercusión directa en la actividad empresarial vasca y, en consecuencia, en nuestro desarrollo social”.

Por último, la patronal vasca ha mostrado su respaldo a las medidas de colaboración público-privada anunciadas por el Gobierno vasco, confiando en que sirvan para mitigar los efectos económicos que este nuevo escenario pueda provocar en el tejido productivo de Euskadi.