Qasem Budair: «Estudiar Derecho no fue solo una carrera; también fue una forma de ganarme la vida»
El joven palestino ha defendido su tesis doctoral en la Universidad del País Vasco en remoto desde su ciudad natal en Cisjordania

Bilbao
Toda la vida bajo la sombra del conflicto palestino-israelí, Qasem Budair, natural de Tulkarem, en Cisjordania, acaba de defender su tesis doctoral en la Universidad del País Vasco. Fue el pasado 7 de julio y, debido a restricciones impuestas por Israel, según concreta EHU, la defensa fue en remoto, ya que le impidieron salir del país.
Vive bajo las amenazas de las bombas. Tulkarem, ciudad ubicada en el noroeste de Cisjordania, a poco más de cien kilómetros de Gaza, Qasem relata a Cadena SER Euskadi su vida ante las amenazas de la guerra. Tienen poca comida y muy pocos recursos para poder sobrevivir.
Después de años de formación en Valencia, Bilbao y su ciudad natal, Budair convirtió su tesis en una especie de resistencia académica. "Mi decisión de estudiar derecho surgió a raíz de una experiencia personal. Crecí en una familia humilde. No teníamos acceso a muchas oportunidades básicas, y como resultado, desde muy joven experimenté lo que era experimentar la injusticia, no como un concepto abstracto, sino como parte de la vida cotidiana. Esta experiencia, combinada con la realidad de mi país, Palestina, viviendo bajo ocupación, despertó en mí la necesidad de comprender el sistema legal: cómo funciona, a quién protege y cómo puede utilizarse para dar voz a quienes no la tiene", ha explicado. "Para mí, el Derecho no era solo una carrera, sino una vocación. Quería apoyar a quienes no podían defenderse: los pobres, los oprimidos, los olvidados. Con el tiempo, mi interés se expandió a la conexión entre el derecho islámico, los sistemas jurídicos modernos y las prácticas comerciales del Golfo. Impulsado por esta curiosidad, comencé mi doctorado y vi que la UPV/EHU era un excelente lugar para desarrollarlo".
Sostiene que se sintió especialmente impresionado por la libertad intelectual del centro académico, por su pensamiento crítico y por su compromiso con la justicia y la dignidad humana. "Siempre estaré agradecido con esta institución, que me ha formado no solo como investigador, sino también como persona", ha añadido.
Está muy agradecido tanto al centro como a su director de tesis. Cuando me enfrenté a la dificultad de no poder asistir a la defensa presencial, luchó incansablemente para que pudiera defender mi doctorado a distancia. Su dedicación, amabilidad y confianza en mí superaron todo lo que había experimentado en mi vida. De hecho, considero su apoyo uno de los mejores regalos que he recibido. Nuestra relación creció y se convirtió en algo así como una relación padre-hijo (basada en la confianza, el respeto y el cariño genuino)", ha explicado.
"Cuando empecé mis estudios, vivía en Valencia. Allí, aprendí español y fui voluntaria del Movimiento por la Paz. Esos meses fueron muy importantes para mí, ya que me ayudaron a adaptarme al idioma y la cultura, y a sentirme parte de la comunidad. Para cubrir mis gastos y la matrícula, empecé a trabajar en la construcción y la pintura. Trabajaba duro y, entre tanto, enviaba dinero para ayudar a mi familia en Palestina cuando podía. Más tarde, me mudé a Bilbao para estar más cerca de la universidad. Luego viajé a Palestina para visitar a mi familia y, por desgracia, estalló la guerra. Eso me impidió regresar a España. El alto coste del viaje, los riesgos que conllevaba y el temor por la seguridad de mis padres (quienes son mayores) me impidieron regresar. Desde entonces, he estado trabajando y estudiando desde Palestina simultáneamente. Las dificultades se sucedieron, y el profesor Juan me ha brindado todo su apoyo. Antes de defender mi doctorado, tras solicitar un visado en el consulado español en Jerusalén, me confiscaron el pasaporte. Las tensiones bélicas entre Estados Unidos, Israel e Irán complicaron aún más mis planes de viaje. Han sido demasiados desafíos", ha contado.
Apoyo de UPV/EHU
Durante todo el proceso doctoral, y especialmente en los momentos más difíciles, asegura haber sentido todo el apoyo de la Universidad del País Vasco. La flexibilidad y comprensión que la Universidad mostró ante su situación personal le permitieron continuar con su investigación y defender la tesis a distancia, a pesar de los numerosos obstáculos que tuvo que afrontar. "Solo tengo palabras de agradecimiento por el excepcional apoyo brindado por la institución y por el profesor Juan Manuel Veláquez Gardeta. Su labor trascendió el rol tradicional de un supervisor; luchó incansablemente para que pudiera defender mi tesis a distancia, comprendiendo plenamente las dificultades que estaba experimentando. Su dedicación, amabilidad y fe absoluta en mí marcaron un hito en mi vida. La universidad, a través de su personal y sus políticas, demostró un compromiso genuino con el bienestar de sus estudiantes, especialmente de aquellos que atravesaban circunstancias extraordinarias. Este apoyo me dio la fuerza y la motivación que necesitaba para continuar y completar con éxito mi doctorado. Espero seguir contando con el generoso apoyo de la universidad, ya sea a través de becas, recursos académicos o programas de mentoría, para continuar mi trabajo de investigación y hacer una contribución positiva al campo legal". Ahora, espera continuar su labor investigadora en España.
Resolución de disputas comerciales
Su tesis doctoral está centrada en la resolución de disputas comerciales y la responsabilidad legal, así como su relación con el derecho islámico en el contexto del arbitraje en los Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudita. En concreto, analiza "cómo se aplica el arbitraje en estos países del Golfo y cómo puede armonizarse con los principios del derecho islámico, con el objetivo de encontrar puntos en común entre las prácticas legislativas modernas y los valores islámicos tradicionales". Añade que "tema de mi tesis combina mis intereses académicos con mi deseo de contribuir al desarrollo jurídico de la región".
Su vida en Tulkarem
"Vivir en Tulkarem, Palestina, es como vivir bajo asedio", explica Qasem. "Durante más de 170 días, las fuerzas israelíes han llevado a cabo una operación militar continua en la ciudad. El ejército ha ocupado la ciudad y ha llevado a cabo ataques casi diarios contra el campo de refugiados de Nur Shams y las zonas residenciales. Estos ataques incluyen arrestos, allanamientos de viviendas, destrucción de infraestructuras y la imposición de órdenes de retorno, lo que hace la vida cotidiana insoportable".
"Las noches en Tulkarem son particularmente peligrosas. Es casi imposible moverse al anochecer, sobre todo cerca de campos de refugiados como Nur Shams. Cualquiera que se acerque a estas zonas sin previo aviso corre el riesgo de recibir disparos. El ambiente es de miedo, silencio y supervivencia", continúa relatando.
Según Reuters, estas operaciones han desplazado a más de 40.000 residentes y han vaciado barrios enteros de Nur Shams. Ahora, han surgido lo que los lugareños llaman "campamentos fantasma". Además, Associated Press informó que más de 100 viviendas y edificios comerciales en Cisjordania, incluyendo Tulkarem, han sido demolidos, a menudo sin previo aviso, dejando a decenas de familias sin hogar.
Sostiene que "la movilidad diaria está severamente restringida. Debido a los controles y bloqueos israelíes, es casi imposible moverse libremente. Yo, por ejemplo, pasé ocho horas en un control, simplemente intentando llegar al trabajo. Durante ese tiempo, un joven en el autobús se ofreció a compartir su internet móvil conmigo. Lo usé para revisar mi material de investigación doctoral. Esto demuestra claramente que incluso estudiar se convierte en una forma de resistencia en Palestina".

Aloña Velasco
Con tres décadas de experiencia en radio y televisión, Aloña Velasco es licenciada en Comunicación Audiovisual...




