El 55% del territorio de Euskadi está cubierto por masa forestal, gran parte en manos privadas, lo que facilita su control
El director de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, Edu Rodríguez, alerta del riesgo de abandono en la gestión de los montes y defiende la prevención como clave frente a los incendios

El 55% del territorio de Euskadi está cubierto por masa forestal, gran parte en manos privada, lo que facilita su control
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Bilbao
Euskadi cuenta con casi 400.000 hectáreas de masa forestal, lo que supone el 55% de su territorio. Aunque el dato refleja un alto nivel de superficie arbolada, la propiedad no es mayoritariamente pública: en Bizkaia, el 75% del monte es privado; en Gipuzkoa, el porcentaje es similar, mientras que en Álava ocurre lo contrario y solo el 25% pertenece a particulares. Esta distribución, según Edu Rodríguez, ingeniero forestal y director de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, condiciona la gestión. “La propiedad forestal, como medio económico, favorece que se haga gestión, pero existe una amenaza creciente de abandono, y ahí tenemos que poner el foco”, advierte.
Prevención para evitar grandes incendios
Rodríguez recuerda que Euskadi no está libre de incendios forestales. El mayor desastre registrado fue en 1989, cuando se quemaron más de 30.000 hectáreas. Más recientemente, el incendio de Balmaseda arrasó cerca de 500 hectáreas en pocas horas. Aunque la cornisa cantábrica suele mantener la vegetación verde en verano, el riesgo aumenta en otoño con la llegada del viento sur. El ingeniero subraya la importancia de la prevención durante todo el año: mantener accesos, limpiar matorrales y reducir la acumulación de combustible vegetal. “Cortar árboles, muchas veces mal visto, es fundamental para que el monte esté controlado y sea más seguro”, señala.
Formación y medios para la extinción
En paralelo a la gestión preventiva, Rodríguez destaca la necesidad de contar con recursos humanos y técnicos para la extinción. Ejemplos como el simulacro de incendio realizado en Muskiz por bomberos de Bizkaia demuestran, dice, que “la preparación es clave para actuar rápido y con eficacia”. Recuerda que los llamados incendios de sexta generación —de gran intensidad y difícil control— requieren un ataque indirecto y medios suficientes. “Es importante invertir en mejorar accesos, hacer desbroces y clareos, y dotar económicamente a la gestión forestal privada”, apunta.
El director de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia insiste en que la sostenibilidad de los montes depende de tres pilares: ambiental, social y económico. “Animar y motivar a la propiedad privada para que gestione sus terrenos es clave para reducir el riesgo de abandono y, con ello, de incendios”, concluye.




