El estudio pionero sobre los coros vascos revela retos y oportunidades para el futuro
La Federación de Coros de Euskadi analiza la situación del sector y plantea una hoja de ruta para dinamizar la participación y el relevo generacional
El estudio pionero sobre los coros vascos revela retos y oportunidades para el futuro
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San Sebastián
Hace casi un año, el Gobierno Vasco y la Federación de Coros de Euskadi presentaron un estudio pionero en Europa que radiografía la situación de las agrupaciones corales en Euskadi y propone una hoja de ruta para su desarrollo. En este tiempo, los coros han continuado brillando dentro y fuera de la región, demostrando su capacidad de adaptación y excelencia.
Iñaki Tolaretxipi, director de Landarbaso Abesbatza, relató la reciente experiencia de su coro en Japón, donde participaron en el prestigioso concurso internacional de coros de Tokio y regresaron con varios premios. “Ha sido un antes y un después en nuestra forma de competir y valorar nuestros recursos”, aseguró. Por su parte, Gorka Miranda, director del Coro Easo, destacó el estreno de “Amaia” de Jesús Guridi en la Quincena Musical, una obra emblemática que pone de relieve la riqueza del repertorio coral vasco.
Ambos directores coincidieron en la importancia de la formación desde edades tempranas. Landarbaso Abesbatza trabaja con niños desde los cuatro años, con un coro infantil de 64 miembros y un juvenil de 45, mientras Coro Easo también mantiene programas que fomentan la participación y el aprendizaje musical.
Eva Ugalde, presidenta de la Federación de Coros de Euskadi, señaló que el estudio reveló datos clave sobre la situación del sector. Entre ellos, que el 70% de los niños que comienzan en coros se desvinculan entre los 12 y 13 años, y que existe un marcado predominio femenino en las agrupaciones. La deslocalización territorial y las diferencias en la organización asociativa también influyen en la participación infantil y juvenil.
La hoja de ruta propuesta se centra en tres pilares: dinamización, formación y comunicación. La Federación busca cambiar la percepción del canto coral, actualmente asociada a lo sacro y estático, y mostrar su dimensión cultural, educativa y comunitaria. “El objetivo es que las familias y la sociedad vean el verdadero valor de los coros y animen a los jóvenes a participar”, explicó Ugalde.
El estudio no solo sirve para diagnosticar la situación actual, sino también para planificar acciones que aseguren la continuidad de los coros y el desarrollo de nuevos talentos, reforzando la riqueza cultural del País Vasco.
