Por qué protesta el centro Osotu Lanbarri contra el Gobierno Vasco: claves del conflicto

La Fundación Osotu Lanbarri administra desde 2018 un centro educativo en Güeñes: Osotu Lanbarri Ikastetxea. Tras varios años de actividad, el centro comenzó a trabajar de la mano del Gobierno Vasco con el objetivo de poder convertirse en un centro concertado y recibir, así, mayor financiación y respaldo. Era algo que Lakua valoraba, entre otras cosas por el alto porcentaje de alumnado con Necesidades Educativas Especiales o con altas capacidades que el centro acoge en listas, mayor a la media del resto de centros. Por ello y tras numerosas reuniones, el 28 de julio de 2023, la dirección de Régimen Jurídico y Servicios del departamento de Educación remitió una carta al centro educativo -y a la que ha tenido acceso este medio- con una "propuesta no abierta a negociación".

Dicho documento, presentado más bien como una única oferta que el centro podía aprovechar o desestimar -y que estimó sin rodeos- establecía una serie de requisitos para que Osotu Lanbarri se adaptara a los cánones de un centro concertado. Mientras se desarrollara el proceso, el Gobierno Vasco proponía en 2023 "un mecanismo de ayudas excepcional y extraordinario de aplicación progresiva", dejando claro en el documento que se trataba de una "propuesta", no un caso hipotético.

Es decir, el Gobierno Vasco se comprometería a financiar durante dos años al centro en su camino a convertirse en un centro concertado si este cumplía con los requisitos establecidos, tal y como rezaba el documento: "Una vez completado dicho periodo de dos años y si el grado de cumplimiento de las obligaciones asumidas es satisfactoria, tras valorar distintas variables, se observaría y analizaría si Osotu puede llegar a ser o no un centro concertado y, en base a ello, se adoptaría la oportuna decisión sobre su posible concertación".

Números irreales

La cantidad de la financiación la establecía el documento en base a unos "números irreales", según el centro. En julio de 2023, el ejecutivo restaba de la matriculación total del centro en el curso 2022/2023 al alumnado que había solicitado el cambio de expediente a otro centro, información de la que la dirección del colegio de Güeñes no disponía en aquel tiempo y no conocería hasta septiembre. Ahora bien, el documento afirmaba que el departamento de Educación era "consciente" de que había alumnado pendiente de formalizar su inscripción en el centro, por lo que haría una revisión en octubre de ese mismo año sobre la cifra de inscritos para calcular el montante que correspondería a Osotu Lanbarri si fuera concertado.

La primera sorpresa llega para Marimar Hernaez, directora, y para la AMPA en febrero de 2024, cuando la cantidad de dinero de la primera de las dos anualidades se mantiene en la que fijaba el documento, a pesar de que la cifra de inscritos pasa de 132 en julio a 179 en septiembre. El Gobierno Vasco financió al centro aquel curso con el 80% de 641.623 euros. Esto es, no se revisó -como se afirmó que se haría- el número de alumnado con el que contaría el centro y se destinaron 513.298,40 euros que finalmente fueron 517.051,31 euros. Ello, a cambio de que el centro hiciera cambios en el proceso de admisión, en las cuotas y creara un consejo escolar.

Sin respuesta

El centro cumplió, afirmado así por el departamento de Educación según cuenta la AMPA. El curso 2024/2025 comenzaba con 202 alumnas y alumnos. Sin embargo, cuando trataron de ponerse en contacto con el ejecutivo en noviembre de 2024 para poner en marcha la segunda anualidad y la segunda mitad del proceso, explican que dejaron de recibir respuesta. Fueron convocados el primer trimestre de 2025 tras varios correos electrónicos sin respuesta a una reunión -en la que había caras nuevas y otras que habían acompañado al centro durante todo el proceso- en la que inesperadamente afirmaron, ante AMPA y dirección, no conocer el acuerdo.

La representación del centro "no entendía nada" y aquella situación de "desentendimiento" por parte de Lakua se dilató en el tiempo, hasta que comenzaron las movilizaciones que persisten a día de hoy. El Gobierno Vasco rechazó aportar mayor financiación a un acuerdo suscrito entre ambas partes que ahora consideran "no era vinculante". Osotu Lanbarri, por su parte, se ve avocado al cierre o al preconcurso de acreedores. Ante esta situación, el ejecutivo afirma que "no tiene responsabilidad sobre la situación económica del centro, ya que es privado", pero decide el 28 de julio aprobar en Consejo de Gobierno una ayuda económica extraordinaria poniendo en valor el buen hacer del centro en su tarea pedagógica.

Insuficiente

Esta ayuda es "insuficiente", relatan las familias que componen la Asociación de Madres y Padres, de la mano de Hernaez, directora. Se basan, para ello, en que esta nueva subvención, en su documento certificativo entendida como algo desligado de ningún acuerdo, era de la misma cuantía que la primera anualidad: 517.051,31 euros. La insuficiencia viene de que, una vez más, la subvención ha llegado al centro -resaltan- "sin revisar el número de alumnado inscrito, aumentado en un 50% desde julio de 2023, cuando se emitió la "propuesta". El centro afirma que la cuantía debería ser más cercana al millón. Añaden al problema que no saben cuándo se les abonará el dinero.

Así, a dos semanas de la próxima reunión que mantendrán familias y dirección con el departamento de Educación el próximo dos de septiembre, las familias pasan de las tres semanas en huelga de hambre. Se organizan por turnos de dos días frente a la sede del Gobierno Vasco en Bilbao, "mientras no llega respuesta alguna del departamento", denuncian.

Lakua, por su parte, sostiene que no hay ningún acuerdo entre ambas partes y que la situación económica del centro privado no es su responsabilidad. No hay visos, a día de hoy, de que el ejecutivo se plantee continuar con el análisis que afirmó en el documento que haría para valorar si Osotu puede ser un centro concertado. Además, se pone en duda que los requisitos establecidos se hayan cumplido, algo que la AMPA afirma, con total seguridad, que sí se ha logrado.