El Gobierno central ha trasladado este verano a centros de acogida a 400 refugiados que solicitaron asilo en Euskadi: "No estamos con los brazos cruzados"
En una entrevista en Hora 14 Euskadi, la Delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha analizado la situación en Vitoria en la que decenas de malienses viven en la calle a la espera de tramitar sus solicitudes de asilo

La delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, habla de la situación de los malienses en Vitoria
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Vitoria-Gasteiz
"La situación en Vitoria se está solucionando poco a poco. Se está dando traslado a los malienses que están en situación de calle". Las palabras son de Marisol Garmendia, la delegada del Gobierno en Euskadi que, en una entrevista en Hora 14 Euskadi, ha abordado la crisis que ha surgido con la llegada de decenas de personas que huyen de la guerra de Malí y que duermen en la calle a la espera de conseguir una cita para iniciar los trámites de su solicitud de asilo en España.
El Gobierno central es el competente en materia de asilo y desde mayo está trasladando a centros de acogida a los migrantes que solicitan protección internacional en Vitoria. "Esta semana mismo hay un grupo que ya se ha desplazado a Cantabria, otro grupo lo hará a Navarra y seguimos agilizando las citas con la Policía Nacional y colaborando en estrecha relación diaria con los recursos también del Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria".
Una situación similar se vivió en San Sebastián y "afortunadamente, ya está solucionada". Dice Garmendia que es complicado saber cuántos malienses viven en las calles de Vitoria. Frente a la comisaría de la Policía Nacional se juntan unos veinte o treinta pero la cifra puede alcanzar los 60 en el conjunto de la ciudad.
Los traslados son continuos, explica la Delegada del Gobierno. "Desde julio se han trasladado a 400 personas, muchos malienses, pero también a otras personas que piden asilo. Y en ese sentido, estas 400 personas se han reubicado en la red estatal que tiene el Ministerio de Inclusión en Cádiz, Alicante o Madrid", ha señalado. "No estamos con los brazos cruzados".
Hay un goteo constante de traslados a centros de la red estatal que gestiona el Comisionado Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) y también a los recursos provisionales que tiene el Gobierno vasco en Oñati y Tolosa. Una vez que consiguen esa primera cita, ya pueden entrar en el sistema de acogida. Lo que está ocurriendo es que se está sacando a malienses de la calle pero llegan nuevos refugiados a la búsqueda de esa cita. Dicen que en Vitoria es más ágil conseguirla que en otros puntos de España.
"La semana pasada llegaron a Gasteiz cerca de 56 malienses y estas cifras no se van, de alguna manera, a reducir. Lo que tenemos que hacer es dar citas con más celeridad en la Policía Nacional y trabajar en colaboración con los recursos que también tiene el Gobierno Vasco para hacer estos traslados", dice Garmendia.
La llegada de malienses a España ha aumentado en los últimos años. Huyen de una guerra que asola el norte del país desde 2012 y que se ha recrudecido en los últimos años con miles de muertes y millones de desplazados.
El Gobierno central prepara en Vitoria un centro de acogida a refugiados en la antigua clínica Arana que abrirá en 2026. "Hoy son malienses y bueno, dada la situación de guerras y de hambruna en el continente africano, pueden ser de otros orígenes, y creo que cada día se hace más necesario un equipamiento de acogida de peticionarios de asilo como el de Arana".




