Ramón García: “Me encantaría cerrar el círculo volviendo a la radio, que fue mi primera casa”

Ramón García ha atendido a 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia' desde su camerino en la televisión de Castilla-La Mancha, minutos antes de comenzar un nuevo programa. El bilbaíno, que acaba de cerrar una temporada histórica del Grand Prix, ha repasado su trayectoria y ha confesado que le gustaría culminar su carrera “regresando a la radio, donde empezó todo”.

“Radio Bilbao fue mi primera casa y para mí el mayor lujo de mi vida fue trabajar en Los 40. Ese era mi sueño y lo cumplí”, ha recordado con emoción. El presentador comenzó en la emisora en 1984, con apenas veinte años, y asegura que todavía hoy mantiene viva la memoria de aquella época: “siempre que voy a Bilbao paso por Rodríguez Arias 6, donde estaban los estudios, y pienso: aquí empezó todo. Es mi manera de no perder las raíces”.

El presentador, que lleva más de cuatro décadas vinculado a la comunicación, reconoce que, cuando llegue el momento de retirarse, le gustaría hacerlo con un regreso a los micrófonos: “cada vez estoy más cerca del final que del principio, y me encantaría cerrar el círculo volviendo a trabajar en la radio. Es lo que haría además, si Dios quiere”.

Durante la entrevista, García también ha compartido anécdotas de sus madrugadas en Los 40: “todavía tengo pesadillas en las que me quedo dormido en el turno de madrugada. Me pasó alguna vez: me desperté con el disco terminado, abrí el micro y dije ‘Buenos días, son las 4:30 de la mañana en Radio Bilbao’, y puse el siguiente vinilo. Nunca se me olvidará”.

No esconde su satisfacción por el éxito del programa este verano y confía en que la aventura continúe: “yo espero que el año que viene haya otro Grand Prix. Es el programa que más niños y jóvenes ven, que es una cosa muy curiosa, cuando en toda la televisión generalista los niños se van y la gente joven se va, el Grand Prix los trae. Eso es un éxito, por eso lo quieren todas las cadenas”, ha señalado. Unas palabras que reflejan el orgullo de haber logrado que un formato clásico siga conectando con las nuevas generaciones en un panorama televisivo cada vez más fragmentado.

El presentador ha defendido la renovación del formato, que ha sabido adaptarse sin perder su esencia: “si se hubiese emitido igual que en 1995 habría sido un fracaso. Todo ha cambiado: la escenografía, la realización, el ritmo… lo único que queda igual soy yo. Ningún programa antiguo perdura sin renovarse”.

Uno de los momentos destacados de la edición ha sido la participación de Urduliz, algo que para el presentador ha tenido un valor especial: “me hizo mucha ilusión que Euskadi estuviera representada y más aún con un pueblo vizcaíno. Nosotros nunca miramos qué partido gobierna, solo pedimos que el pueblo quiera venir a pasarlo bien. Que estuviera un municipio gobernado por Bildu me pareció un paso adelante en la normalidad democrática”.

Sobre la posibilidad de recuperar otros formatos clásicos, como '¿Qué apostamos?', se ha mostrado prudente: “se ha hablado, pero es complicado. Era un programa en directo con un presupuesto muy grande. Si no hay dinero para hacer buena televisión, es mejor quedarnos con el buen recuerdo”.