Andoni Otxandiano, exadicto: "Me enganché para tapar un dolor que no sabía cómo gestionar"

Bilbao

Tiene solo 32 años aunque mucho camino recorrido. Andoni Otxandiano, natural de Arrasate, comenzó muy joven a probar las drogas. Primero el alcohol, luego el resto. Tenía solo 14 años. El consumo le condujo a una adicción que le condicionó su vida. Era profesor y llevaba una doble vida. "Yo me enganché para tapar un dolor que no sabía cómo gestionar", ha explicado en A vivir que son dos días Euskadi.

Andoni sostiene que generalmente detrás del abuso de sustancias hay un malestar emocional, una necesidad de huir, una inseguridad y una manera de ver el mundo. Tenía mucho que ver con la incomprensión de la cosas.

Durante años llevó un estilo de vida autodestructivo y su deriva era cada vez peor. Pidió ayuda en varias ocasiones y hasta se trasladó a Málaga para someterse a tratamiento. Finalmente, lo logró.

Hoy, Andoni Otxandiano reside en Vietnam. Gracias a la formación recibida, ayuda a otras personas que pasaron por la misma situación, personas con problemas de adicciones que buscan una salida. Y lo hace a través de su cuenta de Instagram (andoni_otxandiano) donde cuenta con una comunidad en la que las opiniones de las personas participantes dan fe de los buenos resultados que están obteniendo.

La adicción, un síntoma de un malestar

Desde Gizakia, entidad que trabaja en la atención integral de las adicciones y en la prevención de conductas de riesgo, Erdoitza Unanue, directora de programas, advierte de que las adicciones disfrazan un problema emocional subyacente que hay que reconducir. Pone el acento en el cambio de perfil de la personas adulta, así como en el desarrollo de las llamadas adicciones comportamentales, como al móvil, al juego o a las compras.