El Hospital de Basurto pionero en Euskadi con un servicio de mediación intercultural

El Hospital Universitario Basurto es el único entre los 39 hospitales de Euskadi —públicos y privados— que cuenta con un servicio oficial de interpretación y mediación intercultural. La experiencia, desarrollada junto a la organización Sunu Gal, busca que ninguna persona quede fuera del sistema sanitario por no entender la lengua.

Mbaye Gil, presidente de Sunu Gal, contaba en 'Hoy por hoy Bilbao-Bizkaia' que conoció el servicio de mediación en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y decidió que algo similar hacía falta en Bilbao. En 2021 se pusieron en marcha los primeros talleres en la ciudad, donde poco a poco se fueron identificando perfiles de personas con capacidad para convertirse en mediadores. Tras varias reuniones con Osakidetza, el Hospital Universitario Basurto se convirtió hace un año en el pionero en Euskadi en desplegar de manera oficial este servicio.

Actualmente hay quince personas formadas como mediadores interculturales. Su función no se limita a traducir: han recibido formación en migración, interculturalidad, derecho, administración y salud para poder explicar, por ejemplo, qué es una hipertensión o una diabetes. También acompañan en talleres de educación para la salud, en trámites como la tarjeta sanitaria y en procesos que requieren sensibilidad cultural.

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Uno de los mediadores es Nour Eddine, que llegó a España en patera tras tres intentos y hoy trabaja acompañando a pacientes en las consultas. “La gente que tiene miedo, que no entiende el idioma, que no tiene nada… necesita una persona que le ayude a comprender cuando va a la consulta con el médico o con una enfermera. Necesita poder hablar”, relata. Muchos de los usuarios vuelven a solicitar el servicio en sucesivas citas, creando un vínculo de confianza que va más allá de la traducción literal.

También participa como mediadora Loubna El Marzguioui, una mujer marroquí de 29 años con estudios en el ámbito sanitario. Loubna destacaba el caso de una mujer que quería informarse sobre el proceso de aborto y que tenía miedo por la carga cultural de este tema en su país: “yo soy una mujer y estaba muy alegre de ayudarla en este proceso, porque cuando tú vienes de otra cultura el aborto es más que un pecado. Y pude acompañarla tranquila.”

El servicio ha experimentado un notable crecimiento en su primer año de funcionamiento oficial: de 30 a 90 pacientes atendidos. Los resultados son claros, como destaca Mbaye Gil: “salimos ganando todos, no solo los profesionales. Los pacientes también ganan y los profesionales que han utilizado este servicio nos han dado un feedback muy positivo: las consultas son mucho más fluidas, más cercanas, la información llega correctamente y hay una buena adherencia al tratamiento y al seguimiento”.

Aunque Basurto es el único hospital que cuenta con este servicio de manera estable, otros centros como Santa Marina y Cruces ya han solicitado intervenciones puntuales. El interés creciente muestra que la iniciativa podría extenderse a más hospitales de Osakidetza en los próximos años.

Los mediadores subrayan que este trabajo no solo mejora la comunicación en las consultas, sino que también reduce errores médicos, facilita la adherencia a los tratamientos y genera confianza entre pacientes y profesionales.