Así ha vivido el trail running los brutales incendios de este verano en León y Galicia: "Durante un mes prácticamente no veía las montañas que me rodeaban"

Bilbao

El pasado mes de agosto fue devastador para muchas zonas de España en lo que a incendios hace referencia. Según los últimos datos, cerca de 400.000 hectáreas han sido calcinadas en lo que va de año. Además, algunos de los fuegos se han prolongado semanas y han causado graves daños incluso en zonas habitadas. Tanto es así que, según los organismos oficiales, seis de los diez mayores incendios que ha sufrido España en lo que va de siglo XXI ocurrieron en este mes de agosto.

Especialmente lo han sufrido algunas zonas de Castilla y León y Galicia. Por eso, esta semana en SER Runner viajamos hasta allí para conocer cómo lo han vivido algunas de las figuras más destacadas del trail running. Es el caso de Manu Merillas, leonés de la aldea de Valseco que actualmente reside en La Cueta, un pequeñísimo pueblo situado a más de 1.400 metros de altitud -es el más alto de la provincia de León- y ubicado dentro del Parque Natural de Babia.

Semanas cubiertos de humo

Nos cuenta que, al contrario de lo que suele hacer otros años, esta vez apenas se movió de León. Durante las peores semanas sintió los ecos del fuego, pese a que este no alcanzó su pueblo: "Durante un mes prácticamente no veía las montañas que me rodeaban. Salías a la calle a entrenar y no veías de la cantidad de humo que había. Estábamos rodeados".

Confiesa que intentó mantener su plan de entrenamiento, pero en ocasiones le resultó imposible salir a correr: "Había días en los que el ambiente estaba tan cargado que, fueras rápido o lento, te picaban los ojos y la garganta. Era exagerado. Y eso que no estábamos en la zona directamente afectada. No quiero ni imaginar cómo estarían más cerca del incendio".

La montaña viguesa

Similar es el testimonio de Aroa Sío, natural de Vigo y afincada también en plena naturaleza. A ella le ha tocado vivirlo desde la distancia, pues se ha pasado el verano corriendo en Estados Unidos, Madeira y Mont Blanc. Pero inmediatamente le viene a la memoria lo vivido en 2016, cuando Galicia y buena parte de Portugal sufrieron otra terrible oleada de incendios.

"Es devastador. Lo triste es que esto pasa todos los años y no se ponen medidas ni prevención. Hay veces en que un rayo o un cristal puede causar este tipo de incendios, pero la mayoría de veces es provocado. Y luego la lentitud del gobierno a la hora de apagarlos. Creo que la prevención es lo principal, que hay que invertir más en limpieza de montes y brigadas", sostiene.

¿Cómo les afecta?

Más allá de la preocupación que despierta en ambos lo vivido, que les hace alzar la voz contra la gestión de los montes, también les afecta para el que es su trabajo, el trail running. Cuando el incendio se apaga y vuelven a los mismos lugares de siempre, ya no los encuentran: "Vas a un terreno que no tiene nada que ver con lo que tenías antes. Tienes que andar cambiando de rutas", confiesa Manu.

En la misma línea, Aroa relata que "lo fuerte viene después del incendio, cuando lo ves todo quemado y sin vida. Con lo que más cuidado hay que tener es con el suelo, es lo que más hay que proteger y cuidar para que crezca otra vez la vegetación".