La oficina de la Zona de Bajas Emisiones recibe 712 consultas

VITORIA-GASTEIZ

Vitoria-Gasteiz ha amanecido hoy con dos cambios fundamentales que marcan un antes y un después en la movilidad urbana. Por un lado, la ampliación de la OTA a nuevos barrios como Arana y San Martín ha casi duplicado el número de plazas reguladas, pasando de 6.000 a 11.000 huecos. Por otro lado, ha entrado en vigor la primera fase de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que restringe el acceso al Casco Medieval y el Ensanche a vehículos sin etiqueta ambiental.

Jorge Ozcariz, director de Espacio Público del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, ha confirmado el buen inicio de la jornada. "En principio está funcionando todo como se preveía. Las cámaras que ya estaban instaladas y se ha hecho pruebas con ellas están funcionando". Esta primera fase de la ZBE tiene un impacto inicial "más limitado que las posteriores" debido a que ya se habían implementado restricciones previas en la zona, mayoritariamente peatonal o semipeatonal. Sin embargo, el objetivo es claro: "mejorar las condiciones ambientales de la zona en cuanto a ruidos y emisiones y por ende la salud de los residentes".

En esta fase inicial, pueden circular por la ZBE los vehículos con etiquetas ambientales B, C, Eco y Zero. Esto incluye, por ejemplo, vehículos diésel matriculados a partir de 2006 y de gasolina a partir del año 2000. El perímetro afectado abarca el Ensanche y el Casco Histórico, incluyendo calles como San Antonio, Prado, Virgen Blanca y Mateo Moraza. Hay dos nuevos tramos con restricciones que no las tenían hasta ahora: el eje Portal de Rey-Cuesta de San Francisco de la Guíbel, y la zona de Barrancal-Monreal.

Una medida importante para facilitar la adaptación es el periodo de gracia de tres meses. Hasta el 15 de diciembre, no se aplicarán sanciones económicas, solo notificaciones de infracción, permitiendo a los conductores familiarizarse con la normativa. A partir de esa fecha, las multas serán de 200 euros, reduciéndose a 100 por pronto pago. Para Ozcariz, la implementación ha sido un proceso educativo: "la idea es ir aprendiendo entre todos a cómo manejarnos y cómo movernos en vehículo en esa en el casco histórico".

Exenciones

Existen numerosas exenciones, algunas automáticas y otras que requieren solicitud. Entre las automáticas, destacan las de personas con tarjeta de movilidad reducida o los residentes empadronados en la ZBE -un total de 3449- o los 1589 personas que tienen garaje en el centro. Hay que aclarar que, en estas exenciones que se han realizado de oficio, no significa que tanto los residentes como las personas sin garaje tengan coches sin etiqueta. También se incluyen vehículos históricos, de servicios de emergencia, carga y descarga, y talleres de reparación. Aquellos que necesiten solicitar una exención, como profesionales autónomos, personas con bajos ingresos o aquellos que necesiten un acceso de urgencia por fuerza mayor, pueden hacerlo sin fecha de caducidad y, en casos de emergencia, justificar su entrada al Ayuntamiento en un plazo de 72 horas para evitar la multa.

Sobre el funcionamiento del control, Ozcariz aclara que no es necesario llevar el distintivo ambiental físico en el vehículo. "Las cámaras detectan solo la matrícula y se chequea con la base de datos de la Dirección General de Tráfico para saber qué etiqueta tiene y a su vez se chequea con todas las bases de datos de las exenciones", explicó. La oficina habilitada en el Casco Histórico ha atendido 712 solicitudes de información hasta la semana pasada, y aunque cierra a finales de septiembre, la información estará disponible en todos los centros cívicos y oficinas de atención ciudadana, con más de 200 personas formadas en el Ayuntamiento para resolver dudas.

Calles vacías

Paralelamente a la ZBE, la ampliación de la OTA ha generado un impacto significativo en barrios como San Martín. Bernard Mendizabal, de la Asociación de Vecinos San Martín, expresó su alivio ante la nueva situación. La situación era crítica, especialmente desde la eliminación de una gran plaza de aparcamiento en la zona. La diferencia es notable desde hoy: "Hoy la sensación ha sido ver vacío el barrio, están las calles vacías, uno o dos coches por calle. Es la sensación y el comentario general", afirma Mendizabal. Añade que ahora "si pagas o eres vecino y tienes la tarjeta, sin ningún problema" se encuentra aparcamiento.