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Sociedad

Ni Erlapiku ni Armintxe podrán visitarse en persona: la arqueología vizcaína se abre paso a través de la realidad virtual

El arte rupestre postpaleolítico de Erlapiku y los nuevos grabados de Armintxe podrán conocerse gracias a recreaciones digitales en 3D accesibles al público

Bizkaia descubre dos tesoros prehistóricos: el primer hipogeo mixto en Gamiz-Fika y nuevos grabados en Armintxe

Bilbao

Las cuevas de Erlapiku, en Gamiz-Fika, y Armintxe, en Lekeitio, dos enclaves clave para entender la prehistoria de Bizkaia, no podrán ser visitadas "nunca" en persona por el público general. La razón: el difícil acceso, la fragilidad de los espacios y la necesidad de preservar intacto el patrimonio que albergan.

La cueva artificial de Erlapiku, un hipogeo que conserva arte rupestre postpaleolítico, el primero documentado en Bizkaia, y la cueva de Armintxe, con nuevos grabados animales descubiertos recientemente en su Galería Superior, permanecerán cerradas a las visitas. Solo los equipos de investigación podrán entrar en ellas.

BILBAO, 17/09/2025.- Los arqueólogos Juan Carlos López Quintana (i) e Iñaki Intxaurbe (2d), la diputada foral de Euskera, Cultura y Deportes, Leixuri Arrizabalaga (d) y la alcaldesa de Gamiz-Fika (Bizkaia), Ana Rubio, han asistido este miércoles en Bilbao a la presentación de Erlapiku, un nuevo yacimiento con arte rupestre prehistórico en Bizkaia, así como de nuevas imágenes localizadas en Armintxe. EFE/ Miguel Toña / Miguel Toña

Sin embargo, la ciudadanía no quedará al margen de este hallazgo. Gracias al trabajo de fotogrametría y modelado digital realizado por la Universidad de Cantabria y los equipos de arqueología de la Diputación Foral de Bizkaia, se están creando gemelos digitales en 3D que permitirán recorrer virtualmente los espacios y observar en detalle las pinturas y grabados desde cualquier lugar.

“Son cavidades pequeñas, frágiles y de difícil acceso. El público nunca podrá entrar físicamente, pero la tecnología nos va a permitir compartir estos descubrimientos con toda la sociedad”, ha explicado Joseba Ríos, técnico arqueólogo prehistoriador del Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación. Los modelos digitales estarán disponibles en los próximos meses y se espera que faciliten la difusión del hallazgo entre la ciudadanía, la comunidad científica y las nuevas generaciones.

Erlapiku: un hipogeo único

Con más de cien años de investigaciones prehistóricas en Bizkaia, el hallazgo en Erlapiku supone un hito: es la primera evidencia de arte rupestre postpaleolítico en el territorio. Situada en Gamiz-Fika, es una cueva artificial excavada en la roca, lo que en arqueología se denomina un hipogeo. A diferencia de las cuevas naturales que sirvieron de refugio a las comunidades prehistóricas, los hipogeos son espacios creados por el ser humano: grietas en la roca arenisca que fueron ampliadas, acondicionadas con entradas talladas y escalones, hasta convertirse en cavidades habitables o rituales.

Este enclave es especialmente relevante porque conserva las primeras evidencias de arte rupestre postpaleolítico documentadas en Bizkaia. Frente al arte paleolítico —centrado en representaciones animales—, el hallazgo en Erlapiku se caracteriza por figuras humanas esquemáticas en rojo y negro, propias de la prehistoria reciente.

Cueva de Erlapiku

Nuevos hallazgos en Armintxe

La otra novedad este 2025 se ha dado en la cueva de Armintxe, en Lekeitio; una cueva que ya era conocida desde 2016 por albergar uno de los conjuntos de arte paleolítico más espectaculares de Euskadi, con más de medio centenar de figuras de animales, entre ellos bisontes y caballos de más de 12.000 años de antigüedad.

En las últimas semanas, los trabajos de digitalización han permitido acceder a una galería superior que ya había sido prospectada en el pasado, pero que ahora ha revelado nuevas sorpresas: grabados de animales, entre ellos una cabra y dos bisontes.

Sin embargo, las dificultades de acceso son insalvables para el público general: se trata de un espacio con estrecheces, saltos verticales y riesgos de seguridad que obligan a mantener la cueva cerrada. Al igual que en Erlapiku, la solución pasa por su recreación digital en 3D, que permitirá explorar cada detalle sin comprometer la conservación.