Doipa: arte, cultura y vida en comunidad desde el corazón rural de Álava

Vitoria-Gasteiz

En plena naturaleza, rodeado de árboles, huertas y animales domésticos, nace Doipa, un proyecto que más que un espacio es una declaración de intenciones: reconectar con la tierra, con los ritmos naturales, con lo comunitario y con la creatividad. Situado en Ullibarri Arrazua, este nuevo punto de encuentro se presenta como un laboratorio de vida rural contemporánea, donde el arte, la cultura y la sostenibilidad se dan la mano.

“Doipa quiere habitar desde lo que ya no está, desde los márgenes, desde lo que muchas veces se da por perdido”, ha indicado Claudia Nafría, una de las seis impulsoras del proyecto junto a Amaia Gaitero, Sylvanna, Amaia Bono, Eguzki y Ane Arrugaeta. “Es una apuesta por ver lo que ya hay y desde ahí, imaginar lo que puede volver a nacer”.

Un nombre con memoria

El nombre Doipa no es casual. Es un homenaje a un antiguo despoblado de la zona, un ejercicio de memoria colectiva y un símbolo de lo que este espacio quiere recuperar, como son las soberanías perdidas. Soberanía alimentaria a través de la huerta, las plantas medicinales y el autocuidado; soberanía cultural con actividades artísticas y comunitarias; y, como ha destacado Claudia, “la soberanía de la alegría”.

A diferencia de otros espacios culturales urbanos, Doipa no es un caserío ni un centro al uso. Es una finca sencilla, con un pequeño choco y cocina, donde lo importante no es lo que falta, sino todo lo que ya está. “Tenemos árboles, vegetación, animales… y muchas ganas de compartir”, ha destacado Amaia Gaitero. “No aspiramos a un espacio fijo o perfecto, sino algo vivo y en movimiento, en el que compartir y crear una red comunitaria, como la propia naturaleza”.

Ane Arrugadeta, colaboradora del proyecto, resume el proyecto como “un espacio para evocar, para compartir historias, para mirar con otros ojos… y sobre todo, para reconectar con lo simple, encontrar la semilla y eso que se cocina a fuego lento, que guarda sus tiempos”.

Inauguración con arte, cuentos y comida popular

El gran estreno llega este sábado con un programa de actividades que refleja la esencia de Doipa: una presentación artística a las 12:30, seguida de concierto, comida popular con productos de la huerta, narración oral en euskera, teatro improvisado, exposición de ilustraciones y hasta un “Agromic”, un micrófono abierto para que el público se anime a participar.

Aunque los espacios culturales emergen cada vez más en lugares como Gasteiz, no es tan común encontrarlos en pleno entorno rural. Y esa es precisamente una de las apuestas más valientes de Doipa. “Aquí se bajan las revoluciones”, ha indicado Gaitero. “Estás en contacto con la tierra, con el cielo, con los ritmos lentos… es otro tipo de experiencia”.

Comunidad, cuidado y alegría

Lo que diferencia a Doipa no es solo el lugar, sino el enfoque: cuidado mutuo, trabajo colectivo, y la idea de que la cultura y el arte no están reservados para unos pocos, sino que deben ser herramientas de transformación y conexión. Como apunta Claudia: “Queremos dignificar también el trabajo artístico, pero sin perder de vista lo esencial: disfrutar, crear red y no olvidarnos de reír”.

Con las puertas ya abiertas y muchas semillas por plantar, Doipa promete ser mucho más que un proyecto cultural. Será un lugar donde la vida, tal vez más sencilla, pero más profunda, vuelva a florecer.