El Campamento de Bernedo pone en el centro de debate las diferencias entre la sexualidad y la violencia sexual
Miriam Alemán Calatayud, formadora en violencias machistas y educación sexual, ha pedido calma y ha contextualizado las polémicas decisiones educativas

El reciente revuelo en torno a los campamentos de verano en Bernedo ha puesto bajo el foco una decisión organizativa concreta: la existencia de duchas mixtas. La medida, que buscaba fomentar la naturalización de los cuerpos y la educación sexual entre los menores, no fue consensuada previamente con las familias, generando inquietud en algunos sectores de la comunidad. Hasta el momento, ya se han presentado 12 denuncias relacionadas con esta cuestión y otros aspectos de la organización del campamento.
Para analizar la situación, hemos hablado con Miriam Alemán Calatayud, formadora y consultora en violencias machistas, LGTBfobia, educación sexual y acoso escolar en H14 Euskadi. Según Alemán, “la polémica no surge de una decisión educativa aislada, sino de sectores que buscan instrumentalizar el malestar social con fines políticos”.
La experta ha subrayado la responsabilidad del equipo educativo de los campamentos, compuesto por jóvenes comprometidos que dedican su tiempo libre a proyectos con más de 40 años de tradición. “Estos campamentos tienen una perspectiva comunitaria muy clara, basada en valores transfeministas y educación sexual reflexionada”, ha apuntado.
En su opinión, las familias deben entender que el miedo y la educación no son buenos compañeros: “Para prevenir la violencia sexual no hay que reducir la sexualidad, sino el machismo”, ha afirmado Alemán, haciendo hincapié en la importancia de contextualizar estas medidas dentro de un proyecto educativo global y adaptarlas al grupo de menores.
Alemán ha defendido además que los posibles errores son parte del proceso de aprendizaje: “Cualquier proyecto educativo está en constante evaluación. Lo importante es analizar la realidad de cada grupo y aplicar la educación con sentido y previsión”.
La formadora ha concluido haciendo un llamamiento a la calma y a confiar en la experiencia y el compromiso del equipo educativo: “Estos campamentos buscan ofrecer un espacio seguro y respetuoso, donde la educación sexual se integra para prevenir la violencia y no para exponer a los menores”.




