Mendietxe Museoa: Un nuevo referente del montañismo en el corazón de Gipuzkoa

Euskadi es tierra de montañas, y la pasión por la naturaleza forma parte del ADN de su gente. Por eso, no es casualidad que en el corazón de Azpeitia (Gipuzkoa) haya nacido un proyecto único: Mendietxe Museoa, un espacio que rinde homenaje a la historia del alpinismo y el material de montaña desde una mirada profundamente humana y cultural.

Este museo, que abrió sus puertas el pasado 4 de noviembre, es fruto del sueño de Álex Txikon, uno de los alpinistas más reconocidos a nivel internacional, junto con la colaboración de la familia Soraluce y la asociación Mendiaren Etxea. Tras más de 20 años recopilando piezas y soñando con un espacio para compartirlas, ese anhelo se ha convertido en una realidad palpable.

“El museo no es solo una exposición de objetos”, explica Maitane Azurmendi, responsable del centro. “Es un homenaje, un eskerrik asko, una forma de devolver todo el cariño que Álex ha recibido a lo largo de los años”.

El museo está ubicado en un espacio tan simbólico como sorprendente: el antiguo convento de las Esclavas, en Azpeitia. Un edificio con gran valor histórico y arquitectónico que ha sido cuidadosamente restaurado para conservar su esencia original: desde las celosías hasta las vidrieras y la antigua iglesia, que ahora ocupa el corazón del museo.

“Cuando entras, sigues sintiendo que estás en un convento, y eso le da una personalidad muy especial al museo”, cuenta Azurmendi. “Es un lugar con alma”.

Una colección que atraviesa décadas de historia

Actualmente, el museo tiene abierta su primera planta, con una impresionante colección de piolets, piezas de escalada antiguas, y objetos históricos como las tiendas de campaña utilizadas por Reinhold Messner en el Everest, o material de Yvon Chouinard, creador de Patagonia y Black Diamond. También se pueden ver piezas donadas por otros montañistas y objetos traídos de expediciones en los Alpes, Himalaya o los Andes.

Además, uno de los espacios más llamativos es “La Gambara”, una sala que invita a vivir la montaña desde una mirada inmersiva y emocional.

“Lo curioso es que incluso quienes no son aficionados a la montaña se quedan maravillados”, comenta Maitane. “El museo está pensado para todos los públicos, y adaptamos la experiencia según el visitante”.

Mucho más que un museo: un punto de encuentro

Mendietxe Museoa no se limita a mostrar objetos. También quiere ser un lugar de encuentro, divulgación y aprendizaje. En su segunda planta, actualmente en desarrollo, se está creando un espacio inmersivo que recreará antiguos refugios de montaña. Además, se organizan conferencias, presentaciones de libros, proyecciones de cortos y charlas de montañistas que comparten sus vivencias.

“Ya se están acercando grupos de montaña que combinan excursiones por la zona con la visita al museo”, explica Maitane. “Y eso es clave: queremos ser también un recurso turístico que dinamice el interior de Gipuzkoa”.

El Mendietxe Museoa abre de miércoles a domingo y tras casi un año de apertura, el museo ya ha recibido visitantes de toda Euskadi, pero también de lugares como Cataluña o Aragón. Muchos incluso han repetido. “Eso significa que algo estamos haciendo bien”, concluye la responsable del museo